Fue parte de una patota que mató a un joven, pero no irá a la cárcel
Es el sexto condenado por el homicidio de Gastón Pastrán, quien fue atacado a golpes y recibió un balazo. El crimen ocurrió en el barrio San José.
Víctor Pedernera, una de las ocho personas que formaron parte del grupo que el 7 de marzo de 2022 atacó a Gastón Pastrán, con palos, piedras y un balazo hasta matarlo, fue condenado por un juez de Villa Mercedes a dos años de prisión en suspenso. Eso quiere decir que, en realidad, no irá a la cárcel, sino que el cumplimiento de la condena en el Penal queda suspendida y podrá sobrellevarla en libertad.
Tal sentencia quedó determinada en un juicio abreviado, es decir, el procedimiento en el que la fiscalía, la defensa y el acusado se ponen de acuerdo para la fijación de la pena a cambio de que el imputado admita su responsabilidad en el delito endilgado.
El acusado, entonces, reconoció que fue un partícipe necesario del delito de "Abuso de armas agravado por el concurso premeditado de dos o más personas" y el juez de Garantías Alfredo Cuello aceptó la pena propuesta.
Pedernera es el sexto condenado por el homicidio de Pastrán. La semana pasada, el mismo magistrado, en otro juicio abreviado, sentenció a otros cinco imputados.
Declaró culpable a Víctor Alejandro Suárez por "Homicidio simple en concurso real con el delito de abuso de un arma, agravado por el concurso premeditado de dos o más personas" y le dio 12 años de cárcel. Por otro lado, Evelyn Estefanía Contrafatto, Hilario Tomás Contrafatto, Marcelo Fabián Agüero y Moisés Gerónimo Marcola reconocieron ser partícipes necesarios del mismo delito que Pedernera, y también recibieron dos años de prisión en suspenso.
Los únicos acusados que restan ser juzgados son Ezequiel Pedernera y Franco Agüero.
Pastrán fue asesinado entre las 19 y las 20, en Gazari y Olloqui. En esa esquina de su barrio, el San José, fue emboscado por un grupo de personas, entre quienes había varios con los que tuvo problemas días antes.
Los testimonios y pruebas recolectados por la fiscalía determinaron que el joven fue atacado a golpes, con palos y piedras. Y, una vez acorralado, recibió un disparo de parte de Suárez.
Entre los motivos de la enemistad estaba la devolución de un parlante que la víctima le exigía a la familia de dos de los agresores.
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