Seguirá preso el profesor de equitación acusado de abusar de alumnas
Será por dos meses más, hasta que el fiscal haga el pedido de pena. Esperan un informe de la Cámara Gesell.
El tiempo tras las rejas de Sergio Eduardo Vera se extiende. Hace exactamente un año que está en el Servicio Penitenciario de San Luis, imputado por abusar de al menos tres nenas a quienes solía darles clases de equitación. En una nueva audiencia de control de acusación, el juez de Garantías 1 de San Luis, Juan Manuel Montiveros Chada, decidió prolongar dos meses más su prisión preventiva.
La medida de coerción por 60 días fue solicitada por el fiscal instructor Ricardo Barbeito. El letrado pidió esa prórroga en vista de que a la etapa de investigación solo le resta la incorporación de los informes de una Cámara Gesell, realizada el 28 de septiembre pasado, para estar completa.
Una vez sumado ese elemento probatorio, la fiscalía estará en condiciones de formular acusación y que la causa sea elevada a debate oral.
La defensora oficial, Eva Morel, por su parte, se opuso al pedido del fiscal. Argumentó que es "un plazo extensivo para la investigación que viene de 2022" y requirió que, en todo caso, la prisión preventiva mute a domiciliaria.
El juez de Garantías resolvió finalmente prolongar la medida hasta el 17 de diciembre, hasta que Barbeito formule su acusación.
Vera, de 55 años, está imputado por “Abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual gravemente ultrajante, agravados por la calidad del autor, encargado de la educación, y por el grave daño causado en la salud mental de las víctimas; corrupción de menores y tenencia de material con representación de abuso sexual infantil”.
Fue detenido el 25 de octubre del año pasado, tras el allanamiento de su casa en calle Campamento de Las Chacras al 1300 de Juana Koslay, donde también funcionaba su escuela de equitación, llamada Renacer.
Fue enviado al Penal unos días después, el 4 de noviembre. Vera está imputado por tres casos de abuso. Pero una fuente de la fiscalía comentó, en su momento, que no descartaban la incorporación de nuevas denuncias, al tiempo que investigaban de oficio un cuarto caso y otros delitos contra la integridad sexual que se desprendían de elementos hallados en los dispositivos secuestrados.
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