16°SAN LUIS - Viernes 26 de Abril de 2024

16°SAN LUIS - Viernes 26 de Abril de 2024

EN VIVO

El celibato, un regalo sobrenatural

A lo largo de la historia, el celibato ha sido fuente de constante rechazo y cuestionamiento por diferentes sectores, usualmente ajenos a la Iglesia. Muchos advierten que es “antinatural” y que el supuesto de una apertura a los sacerdotes casados devendría en un incremento de las vocaciones. Pero ¿realmente es así? ¿Tiene el celibato fundamentos bíblicos? ¿Es un concepto teológico?

 

Recientemente, el Papa Francisco explicó en una entrevista con el periodista Daniel Hadad para Infobae, que en la Iglesia Católica hay curas casados, como en el caso del rito oriental. “No hay ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar. En la Iglesia occidental es una prescripción temporal. Es provisoria en el sentido de que no es para siempre. La ordenación sacerdotal es para siempre, el celibato es una disciplina; podría revisarse”.

 

Inmediatamente las declaraciones causaron revuelo y no faltaron los titulares amarillos ni las reinterpretaciones de diferentes medios del mundo que posicionaron los dichos del Sumo Pontífice en la línea de un cambio a concretarse.

 

Sin embargo, eso está muy lejos de la realidad. El Papa expuso dichas declaraciones frente a una pregunta concreta. Si el interrogante hubiese sido otro, como por ejemplo su opinión frente a la castidad, la respuesta sería tajante. La clave está en el término “prescripción temporal”, porque es un concepto que lo sabe cualquier clérigo, teólogo o conocedor de los documentos pontificios. Es así.

 

La encíclica Sacerdotalis Caelibatus, de Pablo VI (promulgada en 1967), habla del celibato en el sentido de “disciplina vigente”, una norma que actualmente rige. Si se entiende en esa línea, es algo que en teoría se podría cambiar, ya que es una regla que no viene del derecho divino, sino que se creó como una normativa.

 

Lo célibe no tiene contraposición con el matrimonio, siempre existieron sacerdotes casados. Está el caso del rito oriental, como ya lo ha remarcado el Papa, pero también hay algunas situaciones de presbíteros que eran anglicanos casados, que se hacen católicos y que la Iglesia los ordena al fin.

 

Desde el punto de vista de la fe, el celibato es un regalo de Dios. Si se le pregunta a cualquier cura qué es más difícil, el celibato, la pobreza o la obediencia, dirán que es más dificultosa la obediencia. Nadie vive el celibato como un problema, a excepción del mundo. Si de pronto las disposiciones cambiaran y dieran la apertura al casamiento de curas, seguramente muchos seguirían manteniéndose castos.

 

Si bien el concepto ha sido una construcción histórica, tiene fundamentos bíblicos. Jesucristo quiso quedarse célibe. Y de alguna manera, la acción de los ministros de la Iglesia es una imitación a él, verdadero Dios y verdadero hombre.

 

El capítulo 19 del Evangelio según San Mateo muestra que Jesús dijo a los fariseos: “Hay eunucos que nacieron eunucos del vientre de su madre, hay eunucos que son eunucos por los hombres y hay eunucos que se hicieron a sí mismos por el reino de los cielos. El que pueda entender, que entienda”. El celibato es un don.

 

El propio Papa Francisco, en una conferencia de prensa que brindó hace algunos años a instancias de la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá, mencionó: “Me viene a la mente una frase de San Pablo VI que dice: ‘Prefiero dar la vida antes que cambiar la ley sobre el celibato”. Esta alusión se refiere al mismo como norma, no como derecho divino. Pero sí como un regalo sobrenatural inconmensurable que debe ser cuidado.

 

Se podrían apuntar innumerables conjeturas incluso más humanas, como la disposición del tiempo de los sacerdotes para pastorear la Iglesia, u otras cuestiones. También se podrían alegar términos en contra.

 

De un lado o del otro, tiene que quedar claro que el celibato es una disciplina, una regla. Y encarga un misterio celestial que lo hace una gracia inmensa. No es ni más ni menos que otros caminos, pero es una opción valiosísima. Quien tenga oídos para oír, que oiga.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Temas de nota:

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo