Tratar de unificar a la oposición provincial, admitir a sectores con los que vivían enfrentados a cambio de que su líder no fuera candidato, sumar espacios con las más variadas y antagónicas ideologías; todo ese combo tiene su precio. Será por eso o porque ya se sienten ganadores en las urnas dentro de seis semanas que el lema que responde a Horacio Rodríguez Larreta, Cambia San Luis, diseñó un primer bosquejo, al que accedió Mesa 5, con nombres propios de cómo quedaría el Gabinete, qué reparticiones suprimiría y cuáles incorporaría.
Volvería la Secretaría Legal y Técnica con el rango de ministerio. Sería con el regreso de un viejo conocido de la gestión de Poggi, Víctor Endeiza, quien se estaría preparando para tomar otra vez la cuestionada licencia en el Poder Judicial de Villa Mercedes, donde se desempeña como defensor oficial.
Para la Secretaría de Comunicación hay tres nombres en danza. El infaltable Facundo Santarone, actual jefe de campaña de Claudio Poggi y quien realiza la bajada de línea política en el sitio El Chorrillero, más dos que manejan medios muy pero muy afines: Nino Romero, de Radio Dimensión, y Diego Masci, del portal Zbol. Aunque Daniel Poder también se quiere sumar a ese lote y ostenta la misma función que Santarone: tener bajo su control el reparto de la pauta publicitaria.
El Ministerio de Seguridad quedaría, en principio, en manos de un intendente radical que llamativamente decidió no ir por la reelección, Juan Manuel Rigau. Aunque otros que también hacen fuerza para estar en ese lugar son dos que trabajan actualmente en la Municipalidad de La Punta: Guillermo Valdevenitez, quien durante la gobernación de Poggi dejó de ser jefe de Policía en medio de escándalos y denuncias, y su gran compinche, Martín Olivero, cuyo nombre sumaría más fichas en caso de no llegar a ser electo senador por el Departamento Pueyrredón. De hecho, Olivero ya fue ministro de esa cartera y tiene el célebre antecedente de haber ordenado una inversión millonaria para el innecesario blindaje de vehículos oficiales y de la Policía.
El Ministerio de Educación quedaría bajo la órbita del radical Walter Ceballos o una persona de su confianza. En Desarrollo Social, el compromiso asumido sería con Adolfo Rodríguez Saá; eso posibilitaría el desembarco de su mujer Gisela Vartalitis en ese ministerio. Y hablando de Adolfo, estaría encaminado el acuerdo para que sea el jefe de Gabinete de Poggi.
Otros nombres apuntados son los de Laila Muñiz para estar nuevamente al frente de la Universidad de La Punta y del exfuncionario de Alberto Rodríguez Saá, Enrique Cabrera, en la Universidad Provincial de Oficios.
Deportes dejaría de ser secretaría y bajaría a programa, mientras que desaparecerían dos sectores que han conseguido su protagonismo en la actualidad en todo el mundo: Juventud y Mujer.
Se ve que en las huestes de Poggi y compañía ya se prueban el traje y por lo pronto han avanzado en un eventual organigrama que dejaría de lado derechos ya conquistados.
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