Están fuera de peligro los chicos que sufrieron una descarga

Por suerte, esta vez la historia tuvo un final feliz y los tres chicos de entre 8 y 11 años que sufrieron una fuerte descarga eléctrica mientras jugaban a unos metros de su casa, en el barrio Palitos Blancos, ya se encuentran fuera de peligro.

El hecho sucedió durante la siesta del miércoles. Los menores debieron ser asistidos y trasladados al Policlínico Regional “Juan Domingo Perón” por una ambulancia del Servicio de Emergencias Médicas Provincial (Sempro).

"Los chicos han estado jugando y han tocado un alambre que, aparentemente, ha estado en contacto con un cable y, por eso, recibieron una descarga. Los dejamos en observación por veinticuatro horas y a todos se les han realizado análisis para evaluar el posible daño muscular o cardíaco que suele provocar la electricidad en el cuerpo", mencionó Berta Arenas, la nueva directora del nosocomio de la ciudad.

La funcionaria dijo que uno de los menores tenía ciertas enzimas elevadas, por lo que decidieron hacerles más controles, pero que clínicamente "se los ve bien". Todos estuvieron internados en sala común sin ningún tipo de lesión o secuela aparente.

"Por suerte fue un momento de susto, en el que fueron asistidos rápidamente y no pasó a mayores. Seguramente, en las próximas horas ya se puedan ir a su casa, una vez que tengamos los resultados. Si se llegase a encontrar alguna alteración, tal vez puedan quedarse un día más", dijo la directora del centro de salud.

Arenas aseguró que en cualquier accidente que esté involucrada la electricidad, lo recomendable es llamar al servicio de emergencias, ya que es muy probable que en el lugar no se pueda hacer mucho. También aconsejó comunicarlo de manera clara a los operadores para que la ambulancia le dé prioridad y pueda ser atendido en la clínica más cercana que cuente con la aparatología necesaria para practicar una posible reanimación.

Además de los análisis químicos para evaluar las consecuencias musculares, a los menores les realizaron electrocardiogramas para evaluar el corazón de cada uno.

"Se los observa bien. De todas formas, los médicos pediatras los iban a seguir observando para quedarnos seguros. Luego, restarían los controles, que les encargamos a las familias que también les presten atención y que si detectan cualquier situación fuera de lo común, los vuelvan a traer", comentó la directora.

La descarga fue fuerte, pero por un corto tiempo, lo que se conoce comúnmente como una "patada". El accidente ocurrió a unos pocos metros de la casa de los chicos, cerca de la plaza del barrio.