Horror: asesinaron y desfiguraron a un joven que estaba desaparecido

Mario Alberto Ladino le había prometido a su novia que apenas se levantara iba a ir a buscarla para tomar un helado, el 1º de enero. Y tuvo la intención, porque cerca de las 13 le dijo a su familia que partía hacia lo de la joven, quien vive a unas 8 cuadras de su casa en el barrio Las Vegas de Juana Koslay, pero nunca llegó. Este jueves, su papá lo encontró muerto en la margen del río Chorrillos, a apenas 100 metros de su vivienda. El hombre aseguró que su hijo tenía signos de haber sido apuñalado y que, además, tenía el rostro desfigurado. La autopsia, que va a practicarse hoy, va a ser central para saber qué le pasó.

Ladino tenía 21 años y según contaron su papá Miguel y su hermana Noemí, quería cambiar, alejarse de las drogas y las malas juntas. Por eso había conseguido trabajo en un aserradero de Luján: “Se iba a trabajar los lunes y volvía los viernes. Él lloraba conmigo, me decía: ‘Estoy cambiando para bien, estoy dejando las drogas, las malas juntas’, a mi mamá también se lo decía”, comentó la joven.

El chico era el mayor de tres hermanos y vivía con ellos y sus padres en Los Quebrachos al 990, una calle que nace en la rotonda que está frente a la estación de servicio Axion de Juana Koslay, al sur. Ese domicilio está a unos 40 metros del río y, desde allí, el cuerpo estaba a unos 60 metros, estimó Miguel.

Cuando lo vieron por última vez el joven solo salió con su DNI y la remera en la mano. “No tenía nada que le pudieran robar”, aseguró Noemí. Lo encontraron casi igual, con el torso desnudo y el resto de sus prendas colocadas. “Está tirado al lado del río, le falta parte de la cara, la nariz, los ojos, la mandíbula. Tiene chuzazos (puñaladas) por todos lados, en las costillas”, contó el hombre apenas momentos después de haberlo hallado.

Pero pasadas las 20:30, cuando el fiscal de Instrucción 3 Esteban Roche ordenó el levantamiento del cadáver, una fuente ligada a la investigación comentó que el cuerpo estaba en un avanzado estado de descomposición, pero que no tenía lesiones visibles, por lo que el misterio deberá ser develado por la forense que lo revise hoy.

También existe otro punto sobre el que echar luz. La familia se queja de que en la Comisaría 5ª de Juana Koslay, que tiene jurisdicción en la zona, no se interesaron por buscar al joven cuando su madre acudió a denunciar el martes, por eso la familia recorrió por su cuenta las márgenes del río, los costados de la Autopista de las Serranías y varios desagües que pasan por debajo. Y aseguran que el cuerpo no estaba allí.

Sí encontraron en un ducto de agua una gran mancha de sangre y pisadas a su alrededor. “Mi mujer sacó una foto y ayer (por el miércoles) cuando volví de trabajar dije: ‘No puede ser que no aparezca’, y nos fuimos a la comisaría. Recién ahí cuando vieron la sangre dijeron que iban a hacer un paradero. Y fueron a ver y dijeron que la sangre era supuestamente de un animal”, sostuvo Ladino padre.

“Con mi mamá nos cansamos de caminar a pleno sol hasta tarde buscándolo y no había rastro. Caminamos hasta donde están los bomberos y debajo de una alcantarilla encontramos un charco de sangre. Después ellos (por la Policía) hicieron rastrillajes ayer (miércoles) y esta mañana (jueves), y no lo encontraron. No puede ser que haya estado ahí”, dudó Noemí; su papá agregó que, por donde estaba el cadáver, casi sobre el curso del río, las fuertes lluvias de antenoche habrían arrastrado a su hijo o, al menos, su remera.

Redacción/ALG.