La suboficial Silva tenía el sueldo embargado
La raíz de todo fueron las deudas. La familia de Silva sabía de las deudas y la habían ayudado, pero el pasivo de la suboficial no paraba de crecer. Los mató para que "no sean una carga para nadie", dijo.
“Me dijo que dejaba a los chicos en la escuela y se iba al banco”, fue lo primero que mencionó Jonathan Funes, padre de Bautista, cuando llegó a la escena del crimen. En la entrada al barrio Los Fresnos, de Juana Koslay, ya se comentaba, antes de las 10, que el motivo del crimen había sido económico.
Otro indicio fue cuando Diego Silva, padre de la suboficial Marina Silva (a quien ya le dictaron la prisión preventiva) y abuelo de los menores, contó que la Policía tiene un problema económico “muy grande” del que desconoce su origen. “Tiene deudas con todo el mundo, le saqué préstamos, le presté la tarjeta y estoy hasta acá (en referencia a deudas). Mi pareja hizo lo mismo, la hermana y el hermano; cuál era el problema económico, no lo sabemos. Hablamos con ella y le decíamos ‘Marina, ponete las pilas’”, dijo.
Hoy, en la audiencia de formulación de cargos, surgieron más detalles. Incluso en la nota que dejó de puño y letra mencionó que tenía el sueldo embargado y que no era culpa de Jonathan ni de su madre. “Yo sola me llené de deudas y no supe manejarlo. Quise que no les falte nada a los niños”.
Además, El Diario consultó los registros de deuda de la mujer. Debía, al menos en blanco, casi 7 millones de pesos a empresas de microcréditos. Hace tres meses había adquirido obligaciones por más de $2 millones.
Los investigadores creen que el plan de Silva era matar a los chicos y luego suicidarse. Es que la presunta asesina consideraba que no podía dejarles sus hijos al cuidado de sus familiares porque los consideraba “una carga” para ellos.


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