SAN LUIS - Viernes 27 de Junio de 2025

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"Ayudame, no me dejes morir", la súplica de Ochoa tras ser apuñalado por Gil

Una mujer contó cuando vio a Santiago Gil acuchillar en el pecho al hombre. Otro testigo, amigo del acusado, dijo que tenía "una gran calentura" porque unas horas antes le habían pegado.

Por redacción
| 30 de octubre de 2024
Santiago "El Largo" Gil este miércoles, en la segunda audiencia del debate oral en el que es juzgado por homicidio.

Este miércoles, en la segunda audiencia del juicio por el asesinato de Juan José Ochoa, en el barrio Belgrano de Villa Mercedes, declararon seis personas, entre ellos algunos vecinos de la víctima y una mujer que vio el preciso instante en el que el acusado, Santiago "El Largo" Gil, le clavó un puntazo al otro hombre. Recordó cómo clamó por auxilio mientras se cubría la herida para no perder más sangre. También habló un amigo del imputado e inquilino de la víctima. El testigo señaló que, antes de apuñalar a Ochoa, Gil se había levantado mal, con "una gran calentura" porque un rato antes otro vecino le había pegado.

 

 

La mujer que vio el ataque del 15 de enero pasado estaba de visita en el complejo de departamentos, ubicado en General Paz 2119, del que era dueño la víctima. La testigo es de Quines, pero había ido a visitar a su hija y a su yerno, Ezequiel Oviedo, quienes le alquilaban un departamento a Ochoa.

 

 

Contó que ese lunes "se escuchó música" durante toda la madrugada. El sonido provenía del departamento de un vecino que estaba reunido con Gil, su amigo.

 

 

Alrededor de las 10 la víctima y el acusado discutieron, dijo. El problema nació cuando otro inquilino no pudo salir con su moto porque la bicicleta de "El Largo" obstruía el paso, en el angosto pasillo de un metro de ancho que conecta las viviendas.

 

 

"De buena manera, Juan le pidió (al acusado) que la sacara y Gil como que quiso tomar del cuello a Juan. Entonces mi yerno le pegó y Gil se cayó", narró la mujer. Dijo que, luego, cada uno se fue a los departamentos.

 

 

Contó que un rato después su hija, quien estaba embarazada en ese momento, comenzó a sentir un dolor en el pecho, en la zona del corazón. Entonces la joven y su pareja se fueron hasta un centro médico. En la vivienda solo quedaron la testigo y su nieto.

 

 

Entre las 13 y las 13:30 la mujer salió a la vereda con el nene y vio a Ochoa cerca del cesto de basura. Se allegó a él, se apoyó en el cesto y, cuando estaba a punto de hablarle, vio al imputado dirigirse hacia él.

 

 

Relató que salió exclusivamente del departamento de su amigo y, sin cruzar palabra con el otro hombre, lo apuñaló. La mujer alcanzó a ver que "El Largo" tenía "como una punta" de un arma blanca en la mano derecha y de un solo golpe se la asestó en el pecho.

 

 

Impactada, la testigo corrió a llevar a su nieto hasta el interior del departamento, porque no quería que viera eso, y luego salió. Cuando estaba afuera, Ochoa preguntaba dónde estaba Ezequiel, el yerno de la mujer, y ella le contestó que se había ido. "Ayudame, ayudame, no me dejes morir", le suplicó con el pecho ensangrentado.

 

 

"Lo agarré, lo abracé, lo llevé adentro, quise sentarlo en el piso, pero lo acosté y le puse una almohada bajo la cabeza. Ahí empecé a taparle la herida con los trapos", contó.

 

 

La mujer luego salió y, a los gritos, comenzó a pedir ayuda, dijo. "Se nos muere Juan, se nos muere", exclamó y alguien llamó una ambulancia.

 

 

Seguidamente declaró el inquilino de Ochoa y amigo de Gil, con el que había estado reunido "El Largo" ese día. Refirió que durante la mañana hubo una discusión entre la víctima y el imputado. Ese inconveniente que "no había sido para tanto", porque se trataba de una bicicleta que obstruía el pasillo, terminó con Gil golpeado, expresó. El hombre relató que, luego de eso, su amigo decidió acostarse un rato.

 

 

Alrededor de las 13, cuando el testigo preparaba el almuerzo, "El Largo" se levantó enojado y salió. "La calentura más grande que tenía era porque le habían pegado", comentó. No había sido Ochoa quien lo golpeó, sino Oviedo, pero aún así acuchilló al dueño del complejo.

 

 

Tras la agresión y los gritos de auxilio, el testigo salió hacia el pasillo. Allí vio a la víctima, mientras caminaba tapándose con las manos la herida del pecho. "Tu amigo me pegó", le dijo.

 

 

"¿Qué hiciste? ¿qué te mandaste?", le reclamó el hombre a Gil, mientras sostenía con una mano un tenedor y con la otra, la tapa de una olla.

 

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