Antes de morir, Jesús contó cómo fue el asalto y podía identificar a los ladrones

Este martes, en el segundo día del juicio por el asalto en el que mataron a Jesús Muñoz y en el juzgan Isaías Sebastián Suárez, Rodrigo Exequiel Chilote y su hermano Jonathan Moreno, declararon cinco personas, entre ellas, una testigo directa del robo: la novia del joven asesinado. Relató que fueron abordados por tres "motochorros", que golpearon y apuñalaron al chico para sustraerle la moto, su celular y el casco. Y que, una vez en el hospital, pese a las heridas, Jesús trató de tranquizarla porque él reconocía y tenía muy presente mentalmente lo que había pasado.

La joven recordó que la madrugada del 25 de febrero pasado estaba con la víctima en una plazoleta de su barrio, el Mil Viviendas. En un momento llegaron tres jóvenes en una moto. A los pocos segundos se dieron cuenta de que, en realidad, eran delincuentes porque uno de ellos se bajó del rodado, se acercó a ella y le ordenó que le entregara sus pertenencias.

Enseguida se arrimaron los otros dos. Ahí nomás intervino la víctima. Apartó a su novia con un brazo y le pidió que fuera a pedir ayuda. Cuando el muchacho quedó a solas con los "motochorros" empezaron los golpes. Consiguieron tirarlo al suelo y, cuando yacía en el piso, uno de los ladrones lo apuñaló.

Seguidamente declaró una vecina. La mujer narró que esa madrugada escuchó gritos, vio a Jesús herido y también cuando arribó la Policía y la ambulancia que lo trasladó al policlínico.

Luego habló uno de los primeros policías que llegó a la plazoleta, alertado por un llamado al 911. Dijo que, cuando arribó a la plaza, ubicada en calles Juan B. Díaz y Jujuy, la víctima de 28 años ya era atendida por el personal médico del Sempro. Refirió que, una vez en el hospital, pudo hablar lo más bien con Jesús. Con suma lucidez y tranquilidad, el muchacho le contó cómo fue el asalto.

Entre otros testigos, también declaró la forense que hizo la autopsia. Mencionó las heridas que tenía Jesús e hizo especial hincapié en la lesión con arma blanca, que recibió en el corazón y que, a la postre, resultó mortal. Dijo que era le herida más profunda. Indicó que la causa de la muerte fue un "shock cardiogénico irreversible", como consecuencia de que el corazón no podía bombear sangre y oxígeno suficientes hacia el cerebro y otros órganos.