Hay preocupación en las librerías por un artículo de la ley ómnibus
Al proponer derogar la ley que regula el precio, podrían cerrar y dejar de ofrecer obras de autores de la región.
Las modificaciones propuestas en la conocida como ley ómnibus, que el presidente Javier Milei envió al Congreso Nacional, generan preocupación en diferentes sectores. En Villa Mercedes crece la incertidumbre en las librerías, ya que podría derogarse la Ley 25.542 de Defensa de la Actividad Librera, que regula la actividad desde 2001 y establece el precio uniforme de venta de los libros. En caso de anularse, podría llevar a que estos espacios culturales tengan que cerrar sus puertas.
"La ley que se pretende dejar sin efecto ha favorecido no solo a las pequeñas e independientes, como la nuestra, sino que permite y beneficia a la bibliodiversidad, porque no todo se centra en la oferta y la demanda. Porque si fuera así, todo giraría en torno a los best seller, ya que, si es lo que más se vende, es lo único que se imprime y se dejan de lado las demás obras", mencionó Natalia González, propietaria de un reconocido comercio ubicado en la esquina de Buenos Aires y General Paz.
Además, mencionó que no solo los comerciantes se verían afectados por la desigualdad de condiciones que pueden establecer para negociar los precios con respecto a las enormes y masivas cadenas. Las editoriales chicas, que publican obras a muy baja escala, podrían perder espacios de exhibición por quedar fuera de la ecuación del alto rendimiento económico.
"Las librerías independientes somos un espacio de encuentro de lectoras y de lectores. Apostamos a la cultura local, a la realización de charlas, de talleres, de pequeños conciertos. Somos emprendimientos familiares, no solo asesoramos en las próximas lecturas: nos encargamos de todo lo burocrático y de las demás cosas de la actividad diaria", expresó González, y agregó: "¿Se imaginan yendo a la librería del barrio y encontrar un cartel que diga que cerró? Eso nos puede tocar si se deroga la Ley 25.542".
La propietaria explicó que sin el marco legal que protege y que pide que cada importador o representante establezca un valor uniforme de venta al público, se favorece lo que se conoce como "dumping", es decir, que las grandes empresas puedan comercializar al costo, incluso por debajo de ese valor, con el objetivo de atraer a todo el público posible, no dejando otra alternativa que ir a la quiebra a los comercios pequeños, aunque cuando ya logran esto, los valores vuelven a subir.
"Esto está pensado desde la ceguera de que todo se resuelve en términos de oferta y demanda. Si vamos a los hechos, la ley de 2001 no genera déficit fiscal porque nosotros no recibimos ni un peso del Estado y pagamos los impuestos. Además, funciona porque cada vez se crean más librerías, ya sean físicas, itinerantes, virtuales, muy pequeñas y algunas un poco más grandes", sostuvo la dueña del comercio.
González contó que, junto a Sebastián, su compañero de vida, ya llevan trece años con el local del centro en Villa Mercedes, y que hace dos meses apostaron y abrieron una sucursal en San Luis capital.
"El espíritu con nuestros clientes, con las lectoras y los lectores, es de un encuentro. Ellos vienen y charlamos sobre determinado libro o sobre lo que leyeron, convidamos un mate, o se toman un café, hay presentaciones de obras. Somos nosotros quienes sostenemos esto, en familia. Esto que pretenden es un combo dinamitador, sumado a la caída del poder adquisitivo, más el aumento de los precios de los alquileres y lo que sucede a nivel económico", dijo.
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