Valle de Pancanta, donde más llovió en lo que va de febrero

Después de una persistente sequía que azotó durante varias temporadas, las precipitaciones han empezado a verificarse con regularidad y, lo más importante, con generosidad en la provincia durante este verano. Según los datos aportados por la Red de Estaciones Meteorológicas (REM), en lo que va de febrero el sector que ha registrado más lluvias es el Valle de Pancanta, con 251 milímetros acumulados, una región emplazada en el medio del cordón montañoso centro-norte de San Luis que es origen de múltiples arroyos y cursos fluviales.

En el ranking de los lugares que más lluvias acapararon en el mes le siguen Villa de Praga (218,3 milímetros), Aeropuerto Valle del Conlara (213,4), Estancia Grande (160,9), Potrero de los Funes (150,1) y Nogolí (142,3).

Otras localidades en las que los encargados de los pluviómetros han estado bastante ocupados haciendo mediciones durante febrero son El Trapiche (127,5 milímetros acumulados en el mes), Paso Grande (114,6), La Punta (112,3), Nueva Galia (111,4) y el dique La Florida (109,5).

Si bien se aprecian regiones con una elevada concentración de precipitaciones, el reparto de estas ha sido bastante homogéneo en el territorio puntano y el resto de los puntos en donde se toman registros han arrojado guarismos que se encuentran entre los 10 y los 100 milímetros acumulados durante febrero. Solo en El Baldecito, Batavia, Desaguadero, Fraga, La Botija, Las Chacras, Navia y Unión los números se encuentran por debajo de los dos dígitos.

Las precipitaciones que cayeron en los últimos días se han reflejado en la importante crecida de ríos como La Calera, Trapiche, Conlara, Luján y Curtiembre. En la localidad del Departamento Belgrano,  la avenida causó importantes daños y cortes de luz.

En la provincia, varios embalses están actualmente bajo cota, aunque por pocos metros relativos, lo cual suele ser una medida de precaución que se adopta por si sobrevienen lluvias repentinas. Los diques Cruz de Piedra y Nogolí sí exhiben cotas de -5 y -11 metros, respectivamente, lo que aún refleja lo persistente que fue la sequía en años anteriores y que todavía queda tiempo para alcanzar la recuperación total.

El efecto de El Niño

Las generosas lluvias que se registran en San Luis durante este verano y particularmente en febrero son un proceso que se replica en el país y en la región, y que responde a un cambio de las condiciones meteorológicas generales y con alcance global.

El fenómeno climático de El Niño modificó los parámetros e implica ahora precipitaciones más abundantes para el continente, que además se manifestarán bien entrado el año.

Los especialistas adelantaron que los meses en los que habrá más precipitaciones en 2024 serán febrero, marzo y abril. Además, se anuncian temperaturas superiores a lo normal, tormentas frecuentes y hasta inundaciones en algunos puntos del país y de la región.

El Niño es un patrón climático natural que se produce en el océano Pacífico tropical y que genera temperaturas en la superficie del mar más cálidas que el promedio. Es un fenómeno que posee gran influencia en las condiciones climáticas de diversas partes del mundo. Algunos estudiosos creen que el cambio climático provocado por el hombre puede haber intensificado estas manifestaciones.