Lo juzgarán por tenencia de imágenes de abuso infantil

Por segunda vez en su vida, Carlos Cantero será puesto ante un juez que definirá si nuevamente es culpable de un delito contra la integridad sexual y si, por eso, le espera otra vez la cárcel.

El hombre, quien fue detenido en julio por poseer imágenes de abuso sexual infantil mientras cumplía una condena en suspenso por grooming, será juzgado próximamente por la tenencia de ese material sobre ultrajes sexuales que involucraría al menos a cuatro víctimas menores de edad.

Cantero, de 32 años, está acusado de tenencia de material de abuso sexual de niñas, niños y adolescentes (Masnna). Desde que fue imputado por ese delito y le dictaron la prisión preventiva en julio pasado, ha permanecido en la Penitenciaría de San Luis.

En la audiencia de pedido de elevación a juicio, la fiscal instructora Daniela Torres recordó que el tráfico del material de abuso sexual en el teléfono o, al menos, en la cuenta de Google del imputado se dio entre el 21 de febrero y el 15 de abril de 2023.

Los investigadores fueron alertados de esta actividad de Cantero gracias al trabajo de rastreo de Missing Children. La organización reportó un total de cuatro alertas, es decir que en cuatro ocasiones los rastreadores de esa asociación detectaron el ingreso o descarga de material de abuso sexual infantil en el celular del joven.

La fiscal fue informada de las primeras dos alertas el 23 de junio. De inmediato, junto al personal de Homicidios, a cargo del comisario Sebastián Tula, la oficial Paola Guajardo de la Dirección General de Investigaciones y efectivos del COAR y el DRIM, el lunes siguiente, requisaron la casa de Cantero, en el llamado Kilómetro 4 de Villa Mercedes.

En la vivienda no estaba el sospechoso, pero sí estaba su pareja. En tanto los efectivos revisaban el domicilio, fueron anoticiados de dos nuevas alertas de Missing Children, que les informaron de un nuevo ingreso de material de abuso sexual infantil.

Cantero fue detenido un par de días después, en la terminal de ómnibus Mariano Moreno, de Rosario, como parte de un recorrido que tenía como destino final Corrientes.

Según determinaron las averiguaciones, tenía planeado llegar a la ciudad correntina porque alguien "le había asegurado un trabajo allí". Por eso ya había tramitado ante la AFIP toda la documentación que le solicitó ese contacto.

Cantero, además, hizo ese viaje sin la previa autorización de la Justicia, dado que, por su condena en suspenso por grooming, no tenía permitido salir de la provincia, al menos no sin autorización.

La sentencia por grooming recién se iba a cumplir de manera efectiva el pasado 13 de mayo, pero el acusado empezó con la difusión de material de abuso sexual infantil meses antes.

La fiscal también quiso demostrar que difundió esas imágenes, pero los reportes que le solicitó a Google para confirmar esa actividad jamás llegaron en el plazo de meses que exige la Justicia para la presentación de esas pruebas. Por eso, Cantero está imputado por la tenencia, pero no por la difusión.

Redacción