"El viejo varieté", un teatro con historia

El camino comenzó hace 20 años cuando Lisandro Majorel y Diego Cornejo visitaron Merlo en una de las tantas giras que realizaron por el país con sus espectáculos artísticos. El dúo no conocía la ciudad del microclima y se enamoraron perdidamente de sus paisajes. El instinto no les falló y luego de varias reuniones y decisiones que tomaron en conjunto, desembarcaron en la localidad y fundaron El Viejo Varieté, el teatro que hoy es emblema de la Costa de los Comechingones y pionero del teatro de revista en la zona.

Los años pasaron y el teatro fue declarado de interés cultural y, actualmente, es una alternativa para los turistas y vecinos que deciden divertirse y pasar un rato entre risas con cantantes, bailarines y actores talentosos.

Luego de una muy buena temporada de verano, Lisandro Marojel, director de El Viejo Varieté, contó que se siente muy satisfecho por tantos años de compromiso y acompañamiento junto al público.

"Todas las funciones que teníamos planeadas fueron realizadas y con una muy buena concurrencia de público. Uno siempre tiene la idea de que sea mejor que años anteriores, pero pese al contexto que vivimos en el país, no queda más que agradecer", expresó Marojel.

Uno de los condimentos que hicieron que la temporada fuera exitosa, fue la participación de Gladys Florimonte. La cómica, que es amiga de Lisandro y Diego desde hace 25 años, actuó en el teatro todos los lunes de enero y febrero, donde realizó sus mejores personajes.

"Mínimamente queremos que nos visite una vez al mes porque es muy convocante, además de ser una excelente actriz", agregó Majorel.

Ahora que la temporada mermó, las funciones en El Viejo Varité seguirán lunes, martes, jueves y viernes, más las del fin de semana. "Observaremos cómo se mueve el público, pero no pararemos de trabajar", contó el director, quien fue el ahijado artístico de Enrique Pinti.

Actualmente, el elenco del teatro cuenta con dos obras en cartelera: "Esto es varieté" y "Recargados de risa", que, según contó Lisandro, "ambas son revistas musicales de humor, siempre con el estilo varieté, pero una es diferente a la otra".

Orgulloso de su trabajo, del elenco que lo acompaña, y principalmente del camino recorrido, Majorel expresó que fueron años de trabajo y el esfuerzo trajo sus frutos. Lisandro y Diego se encargaron desde un principio de que los artistas que los acompañaran fueran de Merlo y luego de varias convocatorias y castings, lograron que "estén a la altura de cualquier espectáculo que se puede ver en Buenos Aires".

Lisandro agregó que luego de treinta años de trayectoria como artista y dos décadas junto con El Viejo Varieté, se siente comprometido con el público para que cada vez que regrese se encuentre con nuevas propuestas.

"Mantener una sala abierta de teatro durante veinte años ininterrumpidos nos obliga y nos compromete a tener nuevos atractivos, aggiornarnos y estar siempre activos para sorprender a la gente. No es fácil, pero es un trabajo satisfactorio", concluyó el director.

Redacción/MGE