Poggi quiere trasladar el Centro Oncológico al Hospital "Ramón Carrillo"

La motosierra, la destrucción, el odio y el resentimiento. Esos condimentos impregnan el gobierno de Claudio Poggi que, casi como siguiendo los pasos del presidente libertario Javier Milei, quiere desprenderse de todo lo que tenga el Estado y lo peor de todo, es esa manía de destruir los logros y políticas exitosas de las anteriores gestiones.

Lo que pretende hacer en cada paso Poggi es todo lo contrario a lo ocurrido en gran parte de los últimos 40 años con gobiernos benefactores generando planes y obras públicas que fortalecían el imán para la llegada de inversiones.

Esto distinguió por años a San Luis y ahora está sucediendo todo lo contrario.

En anteriores ediciones de Mesa Cinco adelantamos que el gobierno de Claudio Poggi quiere volver a convertir el Hospital de Potrero de los Funes “Marta Abdallah de Iglesias” en un centro de estética privado. Los beneficiados serían un “pool” de amigos de la esposa del gobernador, Sandra Correa.

También develamos las intenciones de traspasar a manos privadas el Hotel Internacional de Potrero de los Funes y el modernísimo hotel La Recova de La Punta.

Y en esta nueva edición de la columna política más seguida de la provincia anticipamos en lo que se constituirá, de concretarse, en un duro golpe para el sistema de salud y para pacientes que requieren un tratamiento muy especial.

De acuerdo a datos a los que accedió Mesa Cinco, el gobernador Claudio Poggi quiere seguir adelante con su política de destrucción, de que todo está mal, y tiene decidido “destruir” el Centro Oncológico Integral. Lo quiere sacar de las adecuadas y ambientadas instalaciones que ocupa en la ex Residencia Oficial de Gobernadores, donde los pacientes reciben un tratamiento adecuado a la situación de salud que enfrentan, para llevarlos a otro espacio totalmente distinto: un ala del Hospital Central “Ramón Carrillo”.

Hilando fino la información que hemos recibido, Poggi hace aproximadamente un mes y medio le pidió directamente a la ministra de Salud, Claudia Spagnuolo, que hiciera los trámites administrativos por el traslado del Centro Oncológico Integral al Hospital Central “Ramón Carrillo”.

Cuando el pedido llegó a manos de las autoridades del centro y se tomó real dimensión de las intenciones, muchos se tomaron la cabeza ante lo que consideraron una barbaridad y en un informe muy pormenorizado se sugirió que “no es conveniente el traslado” por lo que significa en contención y entorno acorde al tratamiento que se brinda.

Sin embargo, y pese a las voces e informe en contra de la inesperada iniciativa, hubo una devolución que dejó a todos de cama: “El traslado es una decisión del Gobernador”.

De prosperar la idea de Poggi, lo que se está considerando como una posibilidad cierta como próxima sede del Centro Oncológico es ocupar una de las alas del “Ramón Carrillo”, que fue diseñada para atender a pacientes de la región.

Una fuente del área de salud que sigue paso a paso esta idea del primer mandatario, señaló que para que el Centro Oncológico sea instalado en ese lugar se deben hacer obras sanitarias específicas, para generar el ambiente y confort que tiene el lugar. De ser así, los pacientes volverán a un ambiente hospitalario que es todo lo contrario a lo que se logró con el Centro Oncológico Integral con sede en el Puente Blanco.

Cuando fue inaugurado el espacio especializado en oncología, tanto los pacientes que lucharon contra el cáncer, como familiares y diversas instituciones que se dedican a trabajar para su bienestar aplaudieron y celebraron su inauguración, y destacaron lo que significaba, por ejemplo, evitar el desarraigo al que se enfrentaban muchos puntanos.

Pero ahora, en vez de preservarlo, mejorarlo y apuntalarlo, por iniciativa del gobernador Claudio Poggi, lo quieren mudar a un lugar que a priori no se presenta como adecuado. Esto es un pelotazo en contra.

¿Por qué querría Poggi hacer este daño?

¿Hay necesidad de destruir una obra tan valorada por los puntanos y la ciencia nacional?

¿Querrá volver a transformar ese edificio en la Residencia Oficial de Gobernadores?

¿Qué extrañará, las puertas blindadas?