Siguen delicados los chicos intoxicados en una escuela de San Jerónimo

Mientras el Gobierno de la Provincia busca minimizar lo ocurrido y repartir culpas en otros, los alumnos y docentes de la Escuela Nº 441 “Capitán de Fragata Pedro Giachino”, de San Jerónimo, quienes se intoxicaron con comida durante un almuerzo escolar, siguen delicados. Al menos cinco de ellos permanecían internados este sábado, en el Hospital Pediátrico de esta ciudad, mientras que aquellos cuyos síntomas eran menores continuaban con una lenta recuperación en sus casas. Así lo afirmó una fuente cercana a los pequeños que ingirieron la comida en mal estado y cruda.

En total, contabilizando también a los docentes, son 25 las personas que padecieron los efectos de una comida preparada a base de pollo por parte de la jefa de cocina y sus dos ayudantes en la institución de la localidad, cuyos insumos son adquiridos por la cooperadora, siempre bajo un estricto control del Ministerio de Educación que, evidentemente, esta vez estuvo ausente y permitió la preparación de un almuerzo con pollo en mal estado y, según los propios niños, falto de la debida cocción.

Todo comenzó tras ese almuerzo, cuando casi tres decenas de chicos y adultos comenzaron con vómitos, fiebre y diarrea. Los alumnos concurren del 3° al 5° grado de la primaria. Solo se salvaron del almuerzo los pequeños de 1° y 2° grado que ese día no concurrieron a la escuela, ya que su maestra no asistió a dar clases por razones de salud. De lo contrario, todo habría sido mucho peor.

El centro de salud de la localidad recibió a los primeros chicos descompuestos, pero, según vecinos que accedieron a dialogar con El Diario de la República, en un primer momento, los profesionales de ese espacio se negaron al traslado inmediato de los niños al Hospital Pediátrico.

Por eso, varios padres decidieron llevarlos en sus autos particulares o pedirles a amigos o vecinos que los acercaran, dado que el estado de los pequeños empeoraba.

Algunos fueron atendidos en esta ciudad y regresaron a San Jerónimo, pero otros quedaron internados. Con el correr de las horas, la salud de algunos evolucionó, pero al menos 5 todavía permanecen en el viejo nosocomio. Así lo revelaron ayer por la tarde fuentes vinculadas al complejo hospitalario.

“Los médicos les han dicho a mis vecinos que los niños siguen estables. Que fue una gastroenteritis muy fuerte. Por eso vomitaban y tenían tanta diarrea. El problema fue que algunos incluso defecaron con sangre. Ahí los papás se asustaron y decidieron ir hasta la capital, al Hospital Pediátrico, por sus propios medios. Acá ahora hay mucho enojo, no solo con la gente de la cocina de la escuela, sino también con el personal del centro de salud. Demoraron mucho los traslados a la capital”, contó una mamá que manda a uno de sus hijos al establecimiento en cuestión.

“La mercadería para hacer la comida la manejan desde la cooperadora escolar. Y la escuela tiene una cocinera en jefe y dos chicas que la ayudan. Al principio se creyó que era el agua, pero después todos se convencieron de que había sido el pollo, la comida. Los niños más grandes nos comentaron que el pollo tenía mal sabor, que a ellos les pareció que estaba medio crudo”, destacó la mujer.

“Esto que ocurrió es una de las tantas irregularidades que se viven no solo en la escuela, en distintos espacios que tienen que ver con el Gobierno o con el Estado. A la cooperadora, lo que compran y demás, no la controla nadie. Por eso pasó esto, que pudo ser mucho peor. Ahora todos queremos que los chicos mejoren y vuelvan a sus casas. Pero nadie descarta que pueda pasar otra vez”, lamentó la vecina.