¿Juega a dos puntas o hay dos Moriñigo?
Víctor Moriñigo es un caso muy extraño y para algunos dirigentes “es un ejemplo claro de un político sin convicciones”.
El rector de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) Víctor Moriñigo, y presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), es un caso muy extraño y para algunos dirigentes “es un ejemplo claro de un político sin convicciones”.
Sin que se le mueva un pelo, acá en San Luis se pronuncia de una manera y cuando va a Buenos Aires, dice todo lo contrario.
Un día marcha con los sindicalistas en defensa de la educación pública y de los trabajadores, y, después, se saca una foto con su socio Poggi, quien públicamente pidió el apoyo para Milei, para que le den herramientas para gobernar. Entre las medidas rechazadas, está que serruchen el presupuesto de las universidades.
Este jueves, los mismos sindicalistas que lo acompañaron en la marcha en defensa de la educación pública y de las universidades fueron acusados de mafiosos en una opereta mediática que armó el gobierno de Poggi.
Pero Moriñigo, en vez de respaldar a quienes están apoyando la lucha de las universidades, sin dudarlo inmediatamente les sacó el cuerpo y salió abiertamente en defensa de Poggi.
Al contrario, sobre un hecho institucional gravísimo nada dijo. Pasó hace unos días. Claudio Poggi, a través de su ministra de Seguridad Nancy Sosa (la “Patito” puntana), le metió cinco policías de la provincia en su propia casa, la Universidad Nacional de San Luis.
La excusa fue investigar quiénes estaban detrás de las protestas universitarias.
Moriñigo nunca pidió explicaciones a su amigo Gobernador.
Solo la Policía Federal puede ingresar a una universidad. Sin embargo, acá en San Luis se viola la ley y el rector mira para otro lado.
¿Hay dos Moriñigo?


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