Comerciantes y referentes de distintos rubros de la economía ya están curados de espanto ante los exagerados recortes y ajustes del poggismo. Pero la malicia siempre da lugar a la sorpresa y ahora un nuevo foco pone en vilo a los contribuyentes: la suba de la tarifaria (del 462% a diciembre de este año) que quiere implementar el intendente de San Luis, Gastón Hissa. Uno de los sectores que expone fuerte preocupación es el de los bares y boliches; la gente ya no quiere ser núcleo de los sacrificios de la gestión municipal.
“Nosotros nos vamos a sentar en la mesa de diálogo porque, más allá de todos los obstáculos que hemos tenido, somos el rubro que cerró primero cuando empezó la pandemia y el último que abrió. En octubre del año pasado, cumplimos recién dos años de apertura pospandemia. Eso también hay que ponerlo en debate. Son años sin facturar nada, sumando deudas. Nos vamos a sentar en la mesa de diálogo para ver bien los cánones, cómo se haría la aplicación para que esto salga lo mejor posible. Por lo pronto, nuestra situación es compleja, viene pasando un momento muy delicado”, manifestó en diálogo con El Diario de la República el titular de la Cámara de Bares y Locales Bailables, Diego Astudillo.
Para comprender el escenario en cifras, con las modificaciones que pretende Hissa, la habilitación comercial de confiterías, bailables y discotecas pasaría a un monto de Unidad Monetaria Municipal (UMM) de 7.200. En los hechos, para comparar, a diciembre del año pasado el trámite costaba $114.264. Para mayo de este año el número iría a $167.256 y para noviembre ya estaría en el orden de $642.450. Un incremento sin freno.
A su vez, la habilitación de bares y restó, quedaría en 3.000 UMM. Esto significa que la brecha pasaría de los $6.348 que valía en diciembre del año pasado, a $9.292 en mayo de este año y a $267.690 en noviembre.
Otro ejemplo puede ser el de la libreta sanitaria. Para la renovación anual quedaría en 30 UMM, es decir, de $476,10 que comprendía en diciembre de 2023 pasaría a $696,90 en mayo de este año y $2.676,9 en noviembre. La renovación semestral tornaría a 25 UMM ($396,75 en diciembre de 2023; $580,75 en mayo de 2024 y $2.230,75 en noviembre de 2024). El otorgamiento de la libreta se fijaría en 50 UMM ($793,50 en diciembre de 2023; $1.161,50 en mayo de 2024 y $4.4612, 50 en noviembre de 2024).
“Cada vez más impuestos, es inviable”, lamentó Jorge Fernández, propietario de All Right.
“Tenemos que ver bien. Si algo aumenta, hay que estar consciente de la situación. Ahora, si de $10 mil pasás a $300 mil, es imposible. Si fuese fácil y con esto uno se hiciera millonario, todo el mundo tendría una discoteca. Esto no es Buenos Aires, donde cobrás $10 mil una entrada y después te pagan $10 mil más para entrar al VIP”, apuntó por su parte Astudillo.
Una cuestión que no es menor es el desbalance de los costos, que suben de forma indiscriminada, fundamentalmente en lo que tiene que ver con la bebida, que es con lo que trabaja el sector. Se registran espacios donde hay gente, es cierto, pero el consumo está frenado. Con salarios por el suelo, los clientes achican gastos en cuestiones como el esparcimiento; los sueldos han quedado muy lejos de la consumición. Y el rubro viene de una temporada de verano que no superó expectativas.
Por lo pronto, la realidad es una sola y es que Hissa quiere trepar los montos de la tarifaria por las nubes.
Recientemente la secretaria de Hacienda, Infraestructura y Planeamiento, Fabiana Malamud; y el subsecretario de Ingresos Públicos y Fiscalización, Daniel Piñeda, pusieron al tanto a los concejales de la ciudad de algunos detalles de la propuesta (Ver "Más dudas que..."). Malamud, informó en el encuentro que una mayor recaudación permitiría avanzar en un incremento salarial. Sin embargo, nadie entiende cómo piensan que van a tener más fondos golpeando el bolsillo de los contribuyentes. La lógica indicaría, por el contrario, una merma de ingresos para la Comuna, especialmente en una crisis económica que no da lugar a respiro.
La palabra del intendente
En los últimos días, Hissa se refirió a las quejas por la tarifaria. “Más que todo apunta al gran contribuyente (...). Y lo que sí se objetaba un poco era la renovación trimestral”, remarcó sin descaro. Olvidó que él mismo avaló la legislación que rige al día de hoy, que se aprobó por unanimidad.
Más dudas que certezas
En el encuentro que mantuvieron en la semana referentes de la Comuna con los concejales para explicar los pormenores del proyecto que busca trepar los valores de la tarifaria, quedaron más dudas que certezas. No explicaron la motivación de los incrementos, simplemente sostuvieron que habían revisado ordenanzas de otras ciudades y que advertían que los importes eran más altos. Aún así, no supieron informar cuál era el grado de cumplimiento de esos municipios, por ejemplo, o cuál es la situación socioeconómica de los vecinos. No pusieron sobre el tapete ninguna referencia comparativa.
Incluso desde el Concejo Deliberante remarcaron que tampoco quisieron explicar en qué se destinan los aportes de la provincia, que superan los $3.500 millones, es decir, cuál es el estado de la ejecución presupuestaria. Un detalle que preocupa, están obstaculizando la rendición trimestral.
Los concejales del bloque del PJ tuvieron menos de un día para poder analizar el proyecto. Aún así, lo estudiaron y en ese acercamiento ya pudieron evidenciar distintas cuestiones.
Por graficar una, quedan incóg-
nitas frente a la gestión de los recursos, ya que, aunque Hissa despidió cientos de empleados y, aunque deja entrever inacción en servicios de mantenimiento y limpieza de la ciudad, entre otras cosas que suponen menos gastos presupuestarios, el Municipio quiere la modificación de la tarifaria. Inentendible.
El drama recaudatorio
Lo que sí dejaron en claro los funcionarios del Ejecutivo fue la problemática a nivel recaudatorio, que es del 20% y el 22%. En teoría, las intenciones buscan acrecentar ampliamente estas cifras para sostener una administración más holgada en materia de dinero. De todos modos, no hay evidencia que relacione la suba brutal de impuestos con un crecimiento en la recaudación. La lógica indica justamente lo contrario.