Cómo hacer eficiente la calefacción en este invierno
Los aumentos de las tarifas de electricidad y gas obligan a usar en los hogares artefactos que consuman menos energía. Los aire acondicionados son los más adecuados; y las más recomendadas son las estufas de tiro balanceado.
La llegada del invierno 2024 trae un desafío muy grande para las familias de San Luis: calefaccionarse sin gastar más porque los aumentos que se proyectan en las tarifas serán entre 150 y 460 por ciento en los servicios de gas y electricidad. Para lograrlo hay que elegir un método de calefacción adecuado y eficiente que los castigados ingresos puedan soportar.
El informe de tendencias energéticas que publicó en febrero el Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi” analizó que en el país, durante el invierno, la calefacción representa el 49% del total de la demanda energética de los hogares; por lo que se hace imperioso tener un uso racional del gas y la electricidad.
Teniendo en cuenta el ránking que armaron especialistas en esta materia, el aire acondicionado frío-calor es lo más eficiente porque tiene un rendimiento que genera cuatro unidades de calor por una de energía. Y entre ellos los más costosos, los de tecnología Inverter, consumen todavía un 40% menos. Pero lo más importante es usarlo en 20 grados que es el estándar para gastar menos energía.
La segunda opción es la estufa de gas con tiro balanceado, sobre todo para las zonas frías porque cuentan con un importante descuento en la tarifa, que en el caso de San Luis es del 50%; y además mantienen un subsidio mayor.
En este punto destacan que lo importante en estufas y calefactores a gas es no dejar el piloto prendido cuando no se usan, porque en un mes pueden utilizar hasta un 14% más de energía, lo que hará más abultada la factura.
Otra opción eficiente son las placas o paneles eléctricos cuyo rendimiento es óptimo si se usan en ambientes pequeños como dormitorios. En cambio, lo menos recomendable son los caloventores porque consumen mucha energía y no calefaccionan el ambiente sino que solo irradian calor al cuerpo.
Un tema importante es que durante la noche, que es el momento de mayor consumo de energía, hay que aplicar métodos eficientes: una opción es usar frazadas eléctricas que tienen termostato y regulan el gasto de electricidad. Y otra es la vieja y tradicional bolsa de agua caliente. De esa manera se evita tener la calefacción encendida toda la noche.
A cuidar el gas
El gasista matriculado Carlos Domínguez explicó: “Lo que indica la norma por la cual nosotros nos regimos para habilitar una instalación de gas es que por cada metro cúbico se corresponden 50 calorías. Y para zonas más frías esas calorías quedan limitadas hasta 62 metros cúbicos. Esto se da en zonas alejadas de la capital como Juana Koslay, El Volcán, Potrero de los Funes o El Trapiche, donde el salto térmico es mayor”.
Siguiendo ese razonamiento, para una habitación de 4x4 metros (16 metros cuadrados), por 3 metros de altura (48 metros cúbicos) si lo multiplicamos por las 50 calorías que indica la norma, el resultado da 2.400. Esto nos indica que esa superficie necesita un calefactor de 2.500 calorías.
Respecto de las dos opciones de calefactores; el de tiro balanceado y el que no tiene salida al exterior, Domínguez señaló que “el que es más eficiente y directo es el que no tiene salida al exterior, ya que en poco tiempo logra calentar un ambiente por el hecho de que el cien por cien del calor que produce lo deja dentro del ambiente. La contrapartida es que también deja restos de la combustión, donde está contenido el monóxido de carbono. Por eso se necesitan las rejillas de ventilación que aportan aire del exterior porque ese artefacto consume el oxígeno del ambiente”.
En cambio, señaló que “el calor más sano lo va a producir el de tiro balanceado porque el oxígeno que consume es del exterior y los restos de la combustión también los expulsa hacia afuera. La desventaja que tiene es que en el proceso del tiraje hay una pérdida calórica, por eso tarda más tiempo en calefaccionar el ambiente”.
El gasista aconsejó que en ambas formas los calefactores deben apagarse durante la noche. Y ventilar en algún momento del día, de 10 a 15 minutos las habitaciones donde haya un calefactor sin salida al exterior.


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