Las naftas y el gasoil suben el sábado, pero el aumento fuerte se viene en julio
El gobierno nacional decidió trasladar para el séptimo mes del año la mayor parte de la suba impositiva de los combustibles, para no afectar el índice de la inflación. Pero el "beneficio" solo será por un mes.
Este sábado, los combustibles aumentan de precio. Pero, finalmente, el aumento no será tan brusco como trascendió hoy temprano, cuando los primeros análisis del Decreto 466/2024 hablaban de un fuerte incremento del 20% para las naftas y de casi 12% para el gasoil. Desde el fin de semana, los combustibles se encarecerían solo entre el 3 y el 4,5%. Pero a no celebrar de más, porque no hay margen para festejos: la brusca suba del 20% llegaría un mes después, el 1º de julio.
La razón del "beneficio de junio" y el "impuestazo de julio" radica en que el gobierno nacional, si bien liberó la posibilidad de actualizar de forma mas rápida los valores del Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) desde el 1° de junio, el grueso del aumento impositivo quedará "congelado" hasta julio.
Así las cosas, este sábado los precios de la nafta y el gasoil subirán entre 1% y 1,5% por el lado de los impuestos. A esto se le podría agregar (casi seguro se agregará) una suba del orden del 2% al 3% extra, que es el margen que el Gobierno les autorizó a las petroleras YPF, Shell, Axion y Puma Energy para "recuperar" sus márgenes de rentabilidad. Una corrección sincronizada en sus ganancias, con el guiño oficial.
En resumen, los valores de los combustibles tendrían un incremento de entre un 3% y un 4,5% en el comienzo del sexto mes del año.
La incidencia de la suba del ICL y el IDC será por un total de 9,45 pesos por cada litro de nafta y de 12,62 pesos en el gasoil, descontado el efecto de los biocombustibles, que están desgravados. El monto termina siendo bajo porque se aplazó para julio el resto de la suba: 125 pesos en la nafta y 104 en el gasoil.
El decreto firmado por el presidente Javier Milei, el ahora exjefe de Gabinete Nicolás Posse y el ministro de Economía Luis Caputo sostuvo que "con el fin de estimular el crecimiento de la economía garantizando un sendero fiscal sostenible, resulta razonable diferir parcialmente los efectos de los incrementos que resultarían aplicables a partir del 1° de junio de 2024 para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil".
Si bien la suba oficializada esta mañana a través del Decreto 466/2024 es bastante menor a la que correspondía aplicar en mayo y que Caputo decidió "patear" para junio, la norma prevé para julio una fuerte corrección del tributo que en los surtidores se traducirá en un incremento del 18% en los combustibles, según el cálculo del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) con base en la norma que publicó el Boletín Oficial. Si se le suma el 2-3% de margen que pueden agregar las petroleras, la suba para el 1º de julio estaría entre el 20 y el 21% de los precios en las naftas y el gasoil.
Con este aumento de los impuestos a los combustibles, que en realidad es una actualización de dos gravámenes que estuvieron congelados durante mucho tiempo, el Gobierno busca recaudar equivalente al 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), que representa el 10% del ajuste fiscal que se propuso para este año, de 5% de ese producto bruto: 30 mil millones de dólares.
Los impuestos a los combustibles tenían una actualización fijada por trimestre con base en la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec acumulada en el período anterior. Pero el gobierno de Alberto Fernández los mantuvo congelados desde mediados de junio de 2021 hasta diciembre del año pasado.


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