Piden prisión perpetua para un acusado de femicidio

Ricardo Vicente Pereyra ya es juzgado por un tribunal de Concarán por el femicidio de Margarita Azucena Quiroga, ocurrido el 12 de agosto pasado. En el caso de que los jueces lo declaren culpable del asesinato de su pareja, solo podrá caberle una pena: la prisión perpetua.

El acusado de 62 años está tras las rejas, con prisión preventiva, desde agosto del año pasado. Está imputado por "Homicidio doblemente calificado por el vínculo y por ser cometido en un contexto de violencia de género", precisaron los voceros del Poder Judicial.

Hace tan solo tres meses y medio, la causa, llevada adelante bajo el nuevo Código Procesal Penal y el sistema acusatorio de la Provincia, fue elevada a juicio oral.

En esa audiencia, las fiscales instructoras, Débora Roy Gitto y Lorena Ohanian, repasaron la hipótesis y los elementos probatorios que recolectaron a lo largo de la investigación para sostener su acusación. Tales fundamentos fueron recordados en los alegatos de apertura del juicio.

El femicidio sucedió en la casa que la víctima y el acusado compartían, en el barrio El Porvenir, de la localidad norteña. De acuerdo a las pruebas, la mujer de 58 años fue asesinada alrededor de las seis de la mañana.

De acuerdo a la hipótesis de la fiscalía, el asesino comenzó a atacar a Margarita cuando ella estaba en la cama, probablemente acostada. La agresión continuó desde su dormitorio hasta el pasillo de la vivienda, siguió hacia la cocina comedor y terminó en otro pasillo que tiene la casa en su entrada, en la parte exterior. En casi todo ese recorrido había manchas de sangre.

Las pericias hechas determinaron que los rastros hemáticos en las sábanas, las almohadas, algunos ambientes y en el ingreso de la vivienda eran vestigios de sangre.

"Apuñaló a su pareja directamente en el cuello y en varias partes del cuerpo, siendo el cuello una zona delicada y vulnerable, lo que hacía suponer o prever el resultado que produciría este ataque. Le provocó a la víctima múltiples heridas en el cuero cabelludo, manos, brazos, cara y tórax", expresó la fiscal instructora en su momento, de acuerdo al informe del forense.

Los arañazos que el acusado tenía en las muñecas, los antebrazos e incluso en el rostro eran claras muestras de que Quiroga se resistió e hizo lo que pudo para defenderse. Pero la puñalada que sufrió en el cuello fue demasiado y le provocó “un shock hipovolémico", es decir, una hemorragia profusa e incontrolable en los vasos del cuello, que le causó la muerte casi de manera inmediata.

La investigación de las fiscales estableció que Margarita era víctima de violencia de género desde hacía un tiempo. Eso dejó en evidencia el informe que hizo la psicóloga de la Secretaría de la Mujer, quien había entrevistado a la mujer en julio de 2023.

En ese encuentro, Margarita contó sobre el hostigamiento que sufría de parte de su pareja y el miedo que sentía hacia él. A su vez, aclaró que no se animaba a denunciarlo por temor a que la Justicia lo excluyera del hogar. Relató que el hombre tenía problemas de salud y, a pesar de todo, ella era la única que se encargaba de cuidarlo.

Los defensores oficiales José Luis Guiñazú y Mirtha Moreno argumentaron que el agravante de violencia de género debe ser suprimido de la acusación porque, a su modo de ver, la fiscalía no presentó suficiente evidencia para respaldar tal imputación.

El juicio continuará este miércoles, con la declaración de testigos.