"Se tiene la idea de que la salud es un gasto y es una inversión"
El flamante presidente de la Federación Argentina de Cardiología, Gustavo Farez Beder, habló sobre su cargo y su profesión. El cardiólogo tiene más de 25 años de experiencia en la materia.
Mi lugar en el mundo es acá, soy nacido y criado, con orgullo”, apuntó el médico cardiólogo Gustavo Farez Beder, quien asumió como presidente de la Federación Argentina de Cardiología hace pocas semanas. Con un mandato de un año, El Diario habló con el especialista para saber de sus objetivos al frente de la institución y el panorama de la cardiología y la realidad de los pacientes en la provincia.
Farez Beder tiene 57 años, nació y vivió hasta su adolescencia en San Luis. A los 18 partió a la Universidad Nacional de la Plata, donde se recibió de médico en 1991 y de cardiólogo en 1997. Con un par de años de trabajo en la capital bonaerense y España, volvió a San Luis hace 20 años. Actualmente se desempeña como jefe de servicio de Cardiología en el Hospital Central "Ramón Carrillo" y cumple tareas en clínicas como Cerhu, Italia y el Sanatorio "Ramos Mejía".
“Para mí haber sido elegido es un gran orgullo. Es la primera vez en sesenta años de historia de la federación que un médico de San Luis la preside. Fue un trabajo de más de 20 años dentro de la federación, que empecé con algunos cargos institucionales y de hacer cosas para la comunidad y para los colegas”, apuntó el médico.
Explicó que en el proceso de elecciones se elige una terna cuyos integrantes asumen por un año en su cargo. Cuyo lo propuso a él como representante de la región y después, en un encuentro confederal, los delegados de 30 sociedades de todo el país eligieron a las autoridades. Así, hace dos años asumió como vicepresidente segundo y a partir de un congreso realizado en Rosario de este año, llegó a presidente, tras el paso de su colega Gerardo Zapata.
En su gestión será acompañado por dos colegas puntanos que seleccionó: Sergio Vissani, como secretario, y Juan Pablo Albisu, como tesorero. “Como buen provinciano, bien del interior, quiero que las sociedades federadas crezcan y se puedan desarrollar y tengan los recursos necesarios tanto económicos como herramientas tecnológicas o científicas para poder realizar actividades que mejoren sus conocimientos y llegar de mejor forma a la comunidad”, resumió.
"La promoción de la salud, ejercicio, dieta saludable es un camino que genera menos costos y tiene más impacto".
Farez Beder ve con optimismo el avance de la cardiología en la provincia. “Ha crecido muchísimo en los últimos años y pasamos de un instituto cardiovascular en el que estaba el doctor Albisu a dos en la ciudad de San Luis en la parte privada, y a otros dos en Villa Mercedes”, detalló. “El Hospital 'Ramón Carrillo' ha venido a irrumpir esa costumbre que tenía el sanluiseño de irse a otras provincias a hacerse atender. Tenemos la mejor tecnología y las herramientas para llegar a ser uno de los centros más importantes del país”, aseguró.
¿Y cómo son los pacientes puntanos? El sobrepeso, el sedentarismo y la falta de controles periódicos son las problemáticas más grandes, enumeró. “No es una buena noticia la que voy a dar, pero lo único bueno que hemos hecho acá en San Luis es fumar menos”, empezó el especialista.
“Dentro del país, San Luis es la provincia que más porcentaje de diabetes tiene y eso está relacionado con que somos uno de los lugares con más sobrepeso y obesidad. Como federación estamos tratando de asociarnos al Estado para poder revertir eso. Y no es con fármacos, si bien los hay, sino con la promoción de la salud: ejercicio, dieta saludable. Ese es un camino que genera menos costos y mucho más impacto en la población”, amplió.
"La población tiene ese concepto de que es un gasto, pero es una inversión. Sin salud no hay trabajo ni familia".
Las encuestas nacionales de factores de riesgo que se realizan de dos a cuatro años, coinciden en mostrar más porcentaje de habitantes con sobrepeso y sedentarismo. Y a esto se suma la actitud despreocupada de los pacientes, que asisten a los centros médicos solo cuando les surge algún síntoma de gravedad, especificó.
“No solamente vemos muchos infartos, sino también hay mucho retraso en la atención del paciente. Ya el paciente tiene mucho retraso por sí mismo y a veces se le suma el de la institución. Ayer vimos a una persona que tuvo un infarto y estuvo más de un día con dolor de pecho en la casa hasta que fue a consultar”, puso de ejemplo.
“Nosotros tenemos una ‘hora de oro’ de los pacientes con estos síntomas, que mientras más rápido lo tratemos, menos daño le hace y tiene mayor tasa de sobrevida. La población tiene ese concepto de que es un gasto, de que voy a gastar dinero en hacerme un estudio y en realidad es una inversión. Sin salud, no hay trabajo, no hay familia”, concluyó.


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