En consonancia con el malhumor que hay en los dueños de corralones de venta de materiales de construcción y de propietarios de empresas del rubro, por “las preferencias” que imponen desde la San Luis Constructora Sapem para que se compre en una determinada ferretería cercana al Puente Derivador, en el Municipio capitalino estaría sucediendo algo parecido con licitaciones de importantes trabajos.
En consonancia con el malhumor que hay en los dueños de corralones de venta de materiales de construcción y de propietarios de empresas del rubro, por “las preferencias” que imponen desde la San Luis Constructora Sapem para que se compre en una determinada ferretería cercana al Puente Derivador, en el Municipio capitalino estaría sucediendo algo parecido con licitaciones de importantes trabajos.
Una fuente que conoce el proceso de adjudicación de servicios y obras mencionó entre un grupo de amigos que hay todo una operatoria tendiente a beneficiar a empresas, algunas muy nuevas, para que se hagan cargo de obligaciones municipales con presupuestos superiores a los mil cuatrocientos millones ($1.400.000.000).
Sacó a relucir que demoran todos los procesos a los fines de acomodar y seleccionar a las empresas calificadas como “amigas”, pese a que en la presentación de los pliegos y condiciones quedan en marcada desventaja con respecto a otras firmas y cuya contratación le significaría al Municipio un importante ahorro.
En consonancia con el malhumor que hay en los dueños de corralones de venta de materiales de construcción y de propietarios de empresas del rubro, por “las preferencias” que imponen desde la San Luis Constructora Sapem para que se compre en una determinada ferretería cercana al Puente Derivador, en el Municipio capitalino estaría sucediendo algo parecido con licitaciones de importantes trabajos.
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