Desmanejo total en Dosep: siguen los coseguros y crece la indignación

Desidia, impericia, torpeza, inexperiencia. Varios adjetivos le caben a la actual gestión de Dosep, que no puede estabilizar la prestación. La administración de Teresa Nigra, con la venia irrefutable de Claudio Poggi, tapa agujero tras agujero, sin lograr soluciones definitivas y concretas a los reclamos de afiliados y prestadores. Pese a los dimes y diretes, siguen los coseguros y crece la indignación de los afiliados.

“Esta semana acompañé a mi hija, que tuvo que hacer una consulta con su médico de cabecera y le cobraron un plus de 4 mil pesos. Y no es el único gasto, no hay que olvidar que la orden cuesta $2.400. Es decir, por un simple turno con el doctor tuvo que gastar $6.400, sin contar los $3.000 que nos salió el taxi para movernos, que eso es aparte. Esta gente no piensa en el pueblo, da mucha bronca”, contó Ramona Cejas, una vecina de la ciudad.

La situación con los coseguros se replica en distintos centros médicos de la capital, y en algunos casos superan ampliamente los $4.000. Si bien es cierto que hay prestaciones donde solo se requiere orden, como los análisis clínicos, la verdad es que para ver a un especialista hay que desembolsar un extra que trae dolores de cabeza en medio de una economía asfixiante.

“Hoy (por ayer) consulté para hacerme ver con un otorrinolaringólogo y la secretaria me dijo que debía abonar $4.500 además de la orden. Le dije que Dosep había arreglado con el Círculo Médico, que ya no se tenía que saldar ningún plus, y la mujer me dijo: ‘Ellos dicen una cosa, pero hacen otra’”, repudió Oscar, quien aguardaba ser atendido en una conocida clínica de San Luis.

Nigra había manifestado en declaraciones periodísticas que “se hizo un esfuerzo importante con el aumento para evitar que se cobre el plus” y que en ese sentido controlarían que los médicos no cobren ningún canon aparte. Pero del dicho al hecho, hay un largo trecho. Así funciona el poggismo.

“No sé qué pasa con la mutual últimamente. La semana pasada, me cobraron $3.500, más la orden. ¿Para qué nos descuentan todos los meses si después no nos sirve de nada? Encima estoy esperando un reintegro que no me lo devuelven, están muy demorados y han cambiado algunas cosas en los trámites”, opinó Ema, una vecina, en las inmediaciones de Dosep.

El Diario solo accedió a algunos testimonios, pero los reclamos se replican en todos los pasillos de sanatorios y clínicas.

Una obra social en caída

Son incontables los hitos de la incapacidad resolutiva de la gestión de Nigra. Uno de los golpes que más dolió en la gente fue el abultado aumento del 342% en las órdenes, lo que llevó a las consultas de $700 a $2.400. Y todo bajo un escenario de sueldos licuados y precarizados, con apenas un mísero aumento del 15%.

Ya en enero, incrementaron las cuotas de los afiliados y por entonces se fijaron $21.800 para titular, $10.000 por cónyuge y $5.500 para cada hijo. Arden las billeteras de puntanas y puntanos.

Tampoco están cumpliendo con planes especiales; los pacientes oncológicos tienen que hacer malabares para conseguir una autorización.

No falta el problema de afiliados y prestadores que vienen reclamando incansablemente una solución ante los múltiples problemas que enfrentan en las cuestiones alusivas a discapacidad.

Como si fuera poco, los empleados están amenazados tácitamente en un escenario de fuertes presiones. Cualquier manifestación de inconformidad puede ser motivo de sentencia.

Habrá que ver cómo sigue la actualidad de Dosep, por ahora todo sigue en la dirección del ajuste y el desmanejo.

Ya lo dice el refrán: “A otro perro con ese hueso”.