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Uma sigue a la espera: aún no tiene fecha para su operación

En el Ministerio de Salud les dijeron a los padres que no tienen plata para los insumos. La nena de 8 años padece una patología cerebral poco frecuente y debe someterse a una segunda intervención.  

Por redacción
| 09 de junio de 2024
Sin respuestas. El gobierno puntano no atiende el caso de Uma. La nena debe ser operada entre este mes y julio. Foto: El Diario.

El gobierno provincial sigue haciendo oídos sordos y Uma Ortiz, de 8 años, todavía no tiene una fecha en el Hospital Pediátrico San Luis para que le practiquen la segunda cirugía para colocarle un bypass cerebral. La niña padece el síndrome de moyamoya, una enfermedad poco frecuente. La operación tiene que efectuarse entre este mes y julio, pero el Ministerio de Salud les informó a los padres que no tienen presupuesto para adquirir los insumos. El jueves, la nena tenía turno para una resonancia en el Policlínico de Villa Mercedes, pero no la trasladaron ante los consejos de los profesionales, ya que no era conveniente "que la anden llevando de un lado para otro”.

 

A la pequeña le detectaron la enfermedad en junio del año pasado, y en febrero de este año le colocaron un primer bypass cerebral en el lado izquierdo, que es una técnica microquirúrgica de alta tecnología que permite que ciertas enfermedades puedan ser tratadas de una mejor manera. El procedimiento consiste en implantar una arteria externa y conectarla con una intracerebral. De esta manera, el cerebro recibe sangre por dentro y por fuera.

 

El papá de Uma, Diego Ortiz, precisó que están reclamando al Ministerio de Salud para ver cuándo podrán instalarle el otro bypass cerebral en el sector derecho a la pequeña. “Desde hace semanas seguimos luchando para que el gobierno provincial nos pueda ayudar para que compren la nueva prótesis y poder operarla. La cirugía se debe hacer este mes o en julio a más tardar, para que no se desmejore la salud de Uma”, resaltó.

 

En las últimas semanas, Ortiz y la madre de Uma, Paula Bustos, asisten a la repartición para pedirles por los insumos para la cirugía. Sin embargo, les responden que no hay dinero. “Nos dicen que no hay plata porque el presupuesto que tienen para comprar los materiales quirúrgicos no les alcanza. Dicen que solo pueden pagar cierta cantidad; mientras tanto, tenemos que seguir esperando”, manifestó.

 

También tienen problemas en el nosocomio infantil para realizarle una resonancia magnética, ya que les explicaron que no hay materiales para hacer la resonancia con contraste. “El miércoles me llamaron para decirme que Uma tenía un turno el jueves para hacerle la resonancia en el Policlínico de Villa Mercedes, cuando ella es paciente desde hace dos años del Hospital Pediátrico San Luis. Fui a preguntar y me dijeron que por un problema de papeles le dieron el turno allá. Me comuniqué y me dijeron que no saben qué estudio le tienen que hacer a Uma”, contó desconcertado ante este panorama.

 

Finalmente, no fue trasladada a esa ciudad por el consejo de los profesionales que la asisten, porque no es conveniente para su salud.

 

“Los médicos nos dijeron que no puede andar de un lado para el otro, por el estrés que le puede generar y provocarle a su vez un nuevo ACV”, describió.

 

En junio de 2022 la pequeña Uma tuvo un pequeño ACV que le dejó secuelas en el habla y para desplazarse. No puede correr o caminar rápido, porque se le desestabiliza el cuerpo y se cae. “Ahora le vienen dando algunos leves ACV que le están perjudicando la memoria, el habla y parte de la movilidad motriz. Si no le hacen la cirugía en los próximos dos meses, comenzará con estos ACV en forma más seguida y empezará a desmejorar el cerebro. Nos dieron un plazo de cuatro meses para realizar el segundo bypass cerebral del lado derecho para que no genere ACV isquémico. Si comienza con estos ACV, complicará todo, porque tienen que hacerle otros estudios para ver si después Uma podrá tolerar una cirugía que dura cinco horas”, detalló.

 

 

La enfermedad

 

El síndrome de moyamoya es un trastorno poco frecuente de los vasos sanguíneos, en el que la arteria carótida se bloquea o estrecha dentro del cráneo.

 

La carótida es una de las arterias principales que lleva sangre al cerebro. Cuando se bloquea, hay menos flujo sanguíneo al cerebro. Como consecuencia, crecen vasos sanguíneos diminutos en la base del cerebro para intentar suministrarle sangre.

 

Esta afección puede causar un miniaccidente cerebrovascular, llamado accidente isquémico transitorio, o un accidente cerebrovascular. También puede provocar sangrado en el cerebro.

 

La enfermedad de moyamoya puede afectar el funcionamiento del cerebro y causar retrasos cognitivos y en el desarrollo, o discapacidades.

 

La dolencia afecta con más frecuencia a los niños, aunque también pueden sufrirla los adultos. Detectar los síntomas en forma temprana es importante para prevenir complicaciones, como un accidente cerebrovascular.

 

En los niños, el primer síntoma de la enfermedad de moyamoya suele ser un accidente cerebrovascular o un accidente isquémico transitorio recurrente.

 

Los adultos también pueden presentar estos síntomas, aunque además pueden manifestar sangrado en el cerebro, lo que se conoce como accidente cerebrovascular hemorrágico.

 

El sangrado se produce debido a la manera en que se formaron los vasos sanguíneos en el cerebro.

 

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