Recomiendan proteger las plantas de las heladas
Quemaduras por congelación, daño en tejidos blandos, detención del crecimiento y muerte, es lo que produce el frío en la vegetación. La ingeniera forestal Yvonne Scarpati, explica cómo protegerla.
El frío produce estragos en las plantas, las quema, detiene su crecimiento, daña las hojas y les provoca la muerte por estas razones hay que protegerlas de los fríos extremos. “La helada es un cambio climático que se presenta cuando las temperaturas bajan hasta el punto de congelación del agua. Cuando la temperatura del aire cercano a la superficie disminuye a 0° o menos, durante un lapso mayor a 8 horas, puede perjudicar severamente la vegetación”, explicó Yvonne Scarpati, ingeniera forestal.
Las heladas pueden causar diversos tipos de daño a las plantas dependiendo de la duración, la intensidad y otros factores como el estado en que se encuentra la planta: sana y fuerte, o débil y enferma.
Scarpati especificó que las consecuencias más comunes que sufren las plantas tras una helada son:
• Quemaduras por congelación: las heladas pueden congelar el agua dentro de las células de las plantas, lo que provoca la ruptura de las membranas celulares. Esto resulta en un tejido vegetal dañado y deshidratado, lo que puede hacer que las hojas se vuelvan negras o marrones.
• Daño en tejidos blandos: las partes más tiernas de las plantas, como brotes, flores y hojas nuevas, son las más susceptibles a este problema. Al ser más blandos son más propensos a congelarse y sufrir daños, lo que puede llevar a que se marchiten o pasen a mejor vida.
• Parada del crecimiento: tras una helada, es común que las plantas experimenten una desaceleración en su crecimiento o incluso detengan temporalmente su desarrollo hasta que se recuperen de los efectos del frío.
• Muerte de la planta: en casos severos de heladas extremas y prolongadas, especialmente en plantas sensibles al frío, el daño puede ser tan extenso que la planta no logre recuperarse y pueda morir.
La ingeniera forestal recomendó “proteger la zona de raíces colocando mulching o acolchado, que consiste en cubrir la base de las plantas con una capa de material orgánico, como paja, hojas secas o compost. Esta capa actúa como un aislante, protegiendo las raíces del frío intenso y evitando que el suelo se congele”, indicó.
Mulching. Es un acolchado de hojas y ramitas que protegen la raíz.
Otra acción que se puede desarrollar es “cuidar la zona aérea de la planta colocando una tela anti heladas, un papel grueso (tipo el de las bolsas de pan), o colocando polietileno alrededor de la planta en las zona más tiernas, blandas y jóvenes que no poseen corteza todavía, esta protección no deber tocar la planta, sino dejar una cámara de aire entre medio”, dijo Scarpati.
Además afirmó que si las plantas están en macetas o contenedores conviene agruparlas en una zona que tenga protección de alguna pared, o un cerco, “donde sea más fácil taparlas si hay pronóstico de helada y donde reciban sol algunas horas al día”, explicó.
Recubiertas. Protegerlas con nylon, papel madera o friselina es una opción.
Una de los aspectos a los que hay que prestarle mayor atención es al riego: “Hay que disminuirlo porque en invierno, las plantas deben estar hidratadas siempre, pero el suelo no debe estar encharcado para evitar el congelamiento del mismo”, aseveró y añadió que todas estas medidas pueden ser útiles para proteger las plantas de heladas leves a moderadas, pero las heladas severas pueden ser más difíciles de prevenir”.
Un dato a tener en cuenta es la región semiárida en que vivimos, “San Luis tiene características climáticas específicas con una la gran amplitud térmica entre en día y a noche, tenemos inviernos fríos, con heladas; y los veranos son calurosos y con déficit de humedad, entonces es importante comprender que las especies nativas están adaptadas a estas condiciones climáticas y que siempre es mejor elegir un porcentaje de estas especies para el diseño de parques, jardines y en los espacios públicos”, dijo Yvonne.
Finalmente explicó que es necesario prestar atención a la ubicación adecuada cuando se planta teniendo en cuenta, la exposición al sol, dándole la distancia adecuada en la plantación a cada especie -según tamaño futuro de la planta adulta- para contar con plantas sanas, fuertes y por ende mejor preparadas para situaciones extremas como son las heladas.


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