Menos cantidad y segundas marcas, los cambios de consumo de los puntanos
Los efectos de la crisis económica se sienten en las mesas de cientos de personas, que tienen que hacer malabares para acceder a los productos de primera necesidad.
Los durísimos efectos de la crisis económica se advierten en las góndolas de supermercados y despensas. El stock, cada vez se centra más en las marcas alternativas y las promociones son el llamado clave a los clientes, que compran menos. Muchas familias han tenido que suprimir diferentes artículos. Otros optan por tener una comida asegurada al día, que por lo general es el almuerzo. ¿Qué sucede en las mesas de los puntanos?
Los durísimos efectos de la crisis económica se advierten en las góndolas de supermercados y despensas. El stock, cada vez se centra más en las marcas alternativas y las promociones son el llamado clave a los clientes, que compran menos. Muchas familias han tenido que suprimir diferentes artículos. Otros optan por tener una comida asegurada al día, que por lo general es el almuerzo. ¿Qué sucede en las mesas de los puntanos?
Para conocer el panorama, El Diario concretó un sondeo y una encuesta en las redes. Efectivamente, resultó que hay un cambio rotundo en las costumbres de consumo. “Hay distintos parámetros. Por ejemplo, en el microcentro la gente sigue comprando molida especial, pero en vez de llevar un kilo compran 600 o 500 gramos. También dejaron de ser tan fieles a las primeras marcas y hoy se vuelcan a otras alternativas”, apuntó el referente de los Almaceneros, Ángel “Cacho” Soria.
“En la periferia de nuestra ciudad se vive lo mismo, pero en mucho menor gramaje, se comercializa mucho más al menudeo. Con respecto a nuestro sector de almacenes que tienen ventas de carne, bajó en lo que va del año entre un 35% y un 38% el consumo y con respecto a las ventas, venimos acarreando la caída de entre el 20% y el 25%”, añadió.
En un recorrido que concretó El Diario por diferentes comercios, se advierte el mismo escenario. La gente pide carne o pan, de acuerdo al dinero que tiene en el momento y no por kilos. Y entre los productos que han dejado de adquirir -o compran menos- están el pan, la carne y otro tipo de artículos como las mermeladas. El arroz, los fideos y la polenta, se tornaron ejes centrales para el menú cotidiano.
“En casa somos una familia tipo, cuatro integrantes. Yo y mi esposo trabajamos. Aun así, se hace cuesta arriba todo. Y cada vez compramos menos carne u optamos por otros cortes o carne de cerdo y pollo”, apuntó Julieta Domínguez.
“Lo que he dejado de comprar es pan. A lo sumo llevo 6 bollitos para el almuerzo si hay algo con tuco, pero lo he dejado de comprar”, contó Ismael Pérez.
En voz de los usuarios
De la encuesta en redes sociales, se desprendieron datos centrales que grafican el escenario actual, en medio de los brutales ajustes de Claudio Poggi y Javier Milei. No pocos apuntan a ambos como los responsables del presente desolador.
“Estoy haciendo la dieta Milei”, señaló irónicamente Teresa Catalina Páez. “Nunca debemos perder de vista que en San Lis, Milei ganó con casi el 60% de los votos”, subrayó Raúl Saravia.
Nidia Figueredo contó que compra muy poca carne y la más barata. Ya no accede a dulces o mermeladas, algo que antes hacía siempre. Lleva la leche más económica, cuando antes consumía las primeras marcas.
Lila Elida Raco, se volcó al cerdo, a las milanesas de pollo y al pan casero. Jorge Pelegrin contestó que ha modificado sus compras en todos los productos.
“Yo reduje todo. Carne, ni hablar. Ya no se cena en casa, hay una sola comida que es el almuerzo, a la noche tomamos mate cocido”, describió Roberto Amaya.
“Compro carne con la promo de Modo una vez a la semana. Dejé de comprar pan. Y en lo que es frutas, solo de estación”, contó Betiana Santander.
También hay otros casos distintos, como el de Daniela Benítez. Como son 8 integrantes en su familia, tiene que hacer compras más grandes. “Compro fideos en cantidad, azúcar en 20 kilos, llevo 10 litros de aceite y compro carne y pescado, entre otras cosas como lentejas, porotos, etcétera”, puntualizó.
Los durísimos efectos de la crisis económica se advierten en las góndolas de supermercados y despensas. El stock, cada vez se centra más en las marcas alternativas y las promociones son el llamado clave a los clientes, que compran menos. Muchas familias han tenido que suprimir diferentes artículos. Otros optan por tener una comida asegurada al día, que por lo general es el almuerzo. ¿Qué sucede en las mesas de los puntanos?
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