Otro robo al Club San Martín: pusieron la mesa y les llevaron los cubiertos
Los chicos del club villamercedino ya no tienen ni con qué comer. El domingo, antes de sentarse a almorzar, como lo hacen siempre después de jugar al fútbol, uno o varios delincuentes entraron al predio y se llevaron una fuente con más de 30 cubiertos.
Como sucede todos los meses y de manera ininterrumpida últimamente, el club San Martín de Villa Mercedes volvió a sufrir otro robo. En lo que va del año, les han sustraído de todo, desde cables hasta inodoros y puertas. Esta vez los ladrones demostraron que límites no tienen y que están dispuestos a saquear lo que sea, por más insignificante que puede parecer. Con esa manera de pensar y actuar llegaron al punto de despojar a los socios, en su mayoría chicos, de los utensillos para comer. El domingo el cocinero de la institución alcanzó a poner la mesa y se fue a comprar al supermercado, cuando volvió la mesa estaba vacía. Se habían robado, entre tenedores, cucharas y cuchillos, más de 30 cubiertos.
Néstor Becerra, el presidente del club, dijo que ocurrió durante la mañana. "El muchacho que vive ahí y prepara la comida para los chicos, cuando terminan de jugar al fútbol, había dejado los cubiertos en una fuente y se fue a comprar ¿Quién se iba a imaginar que se los iban a llevar?", expresó el hombre. Cuando regresó notó que "hasta el fuentón le habían llevado".
"Ya ni los cubiertos nos dejan de robar. Nos han robado tanque de agua, cables, piletas de baño, la bomba de agua. un termotanque, un portón en la cancha nueva y, hace como tres meses, nos hicieron un boquete y se llevaron tres inodoros y estaban por llevarse otra bomba de agua pero, no sé qué pasó, que no pudieron cargarla y la dejaron", repasó Becerra, a quien a esta altura se le hace muy difícil recordar el número de robos que sufrieron este año.
Contó que, hace un mes y medio, cuando los chicos fueron a entrenar en el salón que tienen advirtieron que no había luz. "Pensaron que había saltado la llave térmica y cuando fueron a revisar, vieron que estaban todos los cables cortados", relató. También les han saqueado sillas plásticas y hasta puertas. Dijo que, a causa de la inseguridad, tuvieron que cerrar su gimnasio.
Señaló que ya ni ganas de denunciar tienen, porque nada cambia. Después de tantos robos la Policía nunca detuvo a ningún sospechoso. "Los delincuentes entran por el frente y escapan por atrás. Atrás no hay luz, no hay cabina policial. Es una oscuridad, la nada misma", remarcó. Expresó que todos los ladrones que atacan en la zona estación, ya sea el club o a rotisería El Pollito, huyen siempre por la misma dirección. "Desde la plaza Bailone hasta la avenida Los Álamos, donde estaban los viejos silos, todo ese sector que va a los barrios Villa Celestina, Belgrano y Eva Perón para allá disparan. No hay otro misterio", indicó.
Dijo que la inseguridad no la sufren solo ellos, sino también el resto de los clubes de la ciudad que se sostienen a pulmón, con la cuota de sus socios. "La semana pasada entraron a los baños del club Pringles y les llevaron dos inodoros. Para los clubes como los nuestros, un inodoro es mucho", manifestó.
A San Martín asisten unos 60 niños que practican cesto, otros 40 que hacen básquet y unos 200 que juegan al fútbol. "También tenemos la gente de bocha, a quienes hace poco le violentaron la puerta, y las chicas que hacen zumba", comentó.


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