Denuncian una estafa en el remate del Gobierno

Indignación, rabia, desilusión. Eso es lo que siente Miguel Ángel Montenegro, un vecino de la capital que denunció sustracción de elementos de un lote en el remate del Gobierno. El hombre es jubilado. Con unos ahorros quiso cumplir el sueño de su vida, comprar un furgón para hacer un motorhome, que también le sirviera como movilidad para su trabajo. Pero sus deseos se vieron esfumados cuando advirtió que faltaba parte lo que había adquirido. 

 

Para comprender, el 6 de julio consiguió, mediante una subasta pública, un rodado Mercedes Benz Sprinter (lote 132). La base fue de $200 mil y el precio de venta final fue de $1.600.000. Ese día, pagó los honorarios y sellados con el 30% del valor de subasta, lo que hacía un total de $649.600.

 

El 10 de julio, luego de haber pagado el 70% del saldo de cancelación de subasta y habiendo presentado los comprobantes de pago de la totalidad de la suma abonada, se presentó en Escribanía de Gobierno para finiquitar los formularios de transferencia; allí le informaron que podía ir a visitar lo adquirido en la subasta.

 

Esa misma jornada, se dirigió al predio donde estaba el rodado. Tomó fotos con su celular para comprobar el estado y los elementos del lote. El 23 de julio, se presentó nuevamente en el predio para verificar cuántas ruedas necesitaba para trasladar el vehículo y las medidas del mismo. Fue acompañado por personal policial. Lo que vio, le quebró los sueños.

 

Al llegar, se encontró con la sorpresa de que le faltaban algunos repuestos, tapa de válvula, base de árbol de leva, turbo, múltiple admisión de escape, aire acondicionado, entre otros. La respuesta que tuvo en ese momento fue que “quizá el personal de la fuerza se llevó los elementos porque pertenecen a seguridad”. Pero la realidad es que no podían tocar nada del lote porque se había adquirido en la subasta tal como estaba. 

 

Montenegro concretó una denuncia en la que le solicitó al director del Parque Automotor, Horacio del Percio (dependiente de la Secretaría de Ética Pública y Control de Gestión de Ricardo André Bazla) la rescisión del contrato de compra venta, la devolución del total de lo pagado y que se ordene una exhaustiva investigación administrativa por los hechos irregulares. 

 

“Tengo la ilusión de todo viejo. Quiero servirle a la patria, a mi pueblo, seguir trabajando. Me dedico a la metalúrgica, tengo un montón de oficios. He tenido necesidades, soy papá de 7 hijos. Me hice una ilusión, hacer un motorhome”, contó Montenegro con notable tristeza en diálogo con FM Lafinur. 

 

El jubilado opinó que lo que le ocurrió fue una venta fraudulenta, una estafa, ya que el lote estaba a resguardo del Gobierno. Incluso remarcó que en el lugar está la planta verificadora, hay policía todo el tiempo. “El daño más grande no es solo económico, sino moral. Tengo mis nietos que aprendieron a pescar conmigo, me emociona. Yo les dije que con esto los iba a llevar a pescar al Bermejo para que vean lo que es pescar un pescado de río. Esa ilusión me la borraron. Lo que pido es que me traten de devolver el dinero”, apuntó entre lágrimas.

 

“Para mí esto quiere decir que los mismos zorros están en el gallinero, los que criticaban siguen existiendo ahí. Soy incapacitado de vista y oído, me sobra voluntad para seguir adelante pero esto me ha volteado”, lamentó.