La Policía bajo la lupa tras "manipular" a menores agredidos en una plaza

En un escalofriante episodio que ha puesto en tela de juicio el accionar policial y el comportamiento de un gremialista, un grupo de niños de 12 años fue víctima de una serie de abusos que han dejado preocupación. Según el testimonio de Ailén Giménez, madre de uno de los menores, su hijo fue agredido y amenazado por Marcio Escalante, un hombre de unos 40 años que trabaja como empleado municipal, es gremialista y también conocido DJ de la ciudad. Sin embargo, lo más indignante fue la respuesta de la Policía ante la denuncia.

El pasado sábado, Giménez se dirigió a la subcomisaría 1° de la Estación de Interconexión Regional de Ómnibus, pero para su sorpresa, los oficiales se negaron a tomar su denuncia. "No me dieron la opción de presentar la denuncia. Me dijeron que la llamada al 911 se había resuelto como 'sin novedad', ya que cuando el móvil llegó, el hombre no estaba y los chicos estaban solos", relató Ailén.

La verdadera pesadilla comenzó cuando la Policía no solo evitó registrar la denuncia, sino que además manipuló a los niños, quienes habían llamado al 911 para pedir auxilio. Según Giménez, los oficiales les ordenaron a los chicos que borraran los videos que tenían del incidente, advirtiéndoles que sus padres podrían tener problemas legales si difundían las imágenes. La intimidación fue tal que incluso se les negó el derecho a llamar a sus padres.

"No solo les hicieron creer que la culpa era de ellos, sino que también les ordenaron pedirle perdón al agresor", afirmó la madre, dejando en evidencia el claro abuso de poder ejercido por la Policía. La situación se volvió aún más turbia cuando se supo que Escalante, el sindicado agresor, fue identificado por los mismos chicos en el momento del incidente, lo que refuerza la teoría de que la Policía estaba más interesada en protegerlo que en garantizar la seguridad de los menores.

El domingo por la mañana, Ailén finalmente logró presentar la denuncia en la comisaría. No obstante, cuando acudió a la Fiscalía para ratificarla, se encontró con la misma apatía. "Me dijeron que lo único que podía hacer era esperar", lamentó, señalando la falta de acción por parte de las autoridades judiciales, que hasta ahora no han dado respuesta alguna.

Este caso no solo expone la impunidad con la que actúan ciertos individuos, sino que también destapa la falta de compromiso y la manipulación de la Policía frente a situaciones de abuso. Mientras tanto, los padres de los chicos afectados claman por justicia, exigiendo que Escalante reciba una sanción ejemplar para que hechos como estos no queden en el olvido y se actúe de manera efectiva para proteger a los más vulnerables.