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La Justicia rechazó una demanda de los aspirantes a policía

Los jóvenes habían presentado una medida autosatisfactiva, con el acompañamiento de la Defensoría del Pueblo. La respuesta fue negativa.

Por redacción
| 10 de septiembre de 2024
Chicas y chicos vieron frustrados sus sueños. Foto: gentileza.

Los aspirantes a policía que vieron truncados sus sueños por capricho del gobierno de Claudio Poggi tuvieron una noticia amarga. La Justicia rechazó el pedido de una medida autosatisfactiva que tenía carácter de cautelar (efectuada el 3 de abril de 2024), idéntica a un amparo. Las razones del rebote indican que no se agotó la instancia administrativa. Hay bronca y malestar en los jóvenes.

 

Para comprender, la acción que habían interpuesto -bajo la tutela de la Defensoría del Pueblo- forma parte de los procesos urgentes. Es decir, aquellas instancias en las cuales la respuesta de la Justicia debe ser inmediata. Y como se trata de un requerimiento urgente, la disposición se agota con la sentencia favorable del juez, no necesita una demanda posterior. Lo que se había solicitado era que el Ministerio de Seguridad informara una fecha cierta del inicio del ciclo lectivo 2024 para los ingresantes al Instituto Superior de Seguridad Pública “Juan Pascual Pringles”. Pero todo se vio cercenado.

 

La presentación de los aspirantes daba cuenta de la vulneración de los derechos a la educación, a la igualdad y no discriminación, a la igualdad de oportunidades, a la libre elección de profesión, al debido proceso y a la protección de los Derechos Humanos. Pero nada fue suficiente.

 

Las chicas y chicos que soñaban con portar el uniforme azul están destrozados, amargados e indignados. El Gobierno no tiene en cuenta que la mayoría tuvo que efectuar gastos importantes en exámenes médicos obligatorios, en la adquisición de la indumentaria específica requerida para asistir al instituto, en sesiones con profesionales cuyos honorarios debían abonarse directamente, en la contratación de profesores particulares para recibir apoyo, en el pago de fotocopias, fotografías, certificados, sellados y constancias.

 

Recientemente y tras largos meses de espera, la gestión poggista anunció la apertura de la convocatoria para quienes buscan ser agentes de policía y subayudantes penitenciarios. Pero el anuncio dejó sabor a poco: no llamaron a los inscriptos para las tecnicaturas y tampoco incorporaron a ninguna mujer.

 

En definitiva, una importante parte de los aspirantes sigue sin soluciones concretas.

 

 

En primera persona

 

El Diario de la República dialogó con una aspirante. Por temor a represalias, solo permitió mencionar su nombre: Noelia. De acuerdo a lo que comentó, tiene 25 años. El límite para entrar a la fuerza es de 24 años. Si bien desde el Gobierno han remarcado que se tendrá consideración frente al límite de edad, no hay confirmaciones oficializadas, aseguran los jóvenes. Con lo cual, lo único claro es la incertidumbre.

 

La joven es mamá de un pequeño de 6 años. Todo el esfuerzo que hizo para ingresar fue tirado por la borda por las medidas de las autoridades.

 

“En el momento que teníamos que presentar los estudios médicos gasté como $100 mil, todo de modo privado. Nos habían dado un plazo de dos semanas para entregar los estudios. También hicimos la parte física, para lo cual nos habían exigido ir con cierta vestimenta; yo me compré ropa. Luego, se filtró la lista de materiales que teníamos que llevar para la adaptación; también gastamos. Al final nunca nos llamaron”, contó.

 

“Nos parece muy injusto. Llamaron solo a varones. De 213 quedaron 187”, cuestionó.

 

Por otra parte, detalló que al momento de inscribirse estaba estudiando Abogacía en una institución privada. Cuando pasó satisfactoriamente las etapas requeridas para entrar a la escuela de policía, decidió jugársela por su sueño y abandonó la carrera que estaba cursando. También perdió su trabajo. Todo por nada. Un año absolutamente perdido.

 

Ahora trabaja en atención al público en un comercio y no deja sus esperanzas de poder formarse para servir a la comunidad. “Tengo mi hijo de 6 años, él entiende todo. No tenía con quién dejarlo y cuando me iba al instituto a llevar papeles, andaba conmigo. Él decía: ‘Mamá, ¿vas a ser policía?’, y yo le había dicho que sí. Esta es la segunda vez que me anoté, me había inscripto en 2022, pero no había quedado”, manifestó.

 

“Nos parece muy injusto que hayan elegido a algunos para que inicien ahora y no a todos. No entendemos por qué no se llamó a mujeres. La delincuencia ha crecido y no creo que no necesiten mujeres”, concluyó.

 

 

Redacción.

 

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