Un sentimiento compartido

La conexión entre Urraca y Chelín, los payasos interpretados por Virginia Bertolino y José Ferreria, es tan hermosa y colorida que decidieron compartirla con las familias, amigos y público general que visite la carpa "Semilla", ubicada en el predio de "Comuna".

Para recibirlos de una manera agradable prepararon "¿Qué sentís cuando miras el espacio que habitas?", una obra de teatro que mezcla circo y la técnica de clown que tendrá su estreno hoy a las 20. La entrada es al sombrero.

En la historia, Urraca y Chelín son dos hermanos que viven juntos experiencias que los harán crecer y reflexionar. "Los personajes viajan a través de una línea del tiempo que los lleva a mirar la vida desde otra perspectiva", adelantó Virginia.

La artista, que también es titiritera y acróbata, explicó que la dupla ve al circo como una herramienta de transformación social: "Entendemos que tiene muchas posibilidades de llegar a la gente, para dejar un mensaje, una sonrisa y generar sensaciones y sentimientos".

Es por eso que la obra trata de representar una forma diferente de ver la vida. "De hacerle frente a lo que nos sucede, entender lo que nos pasa y saber que el ingrediente principal es ser felices. Depende desde dónde nos paramos es cómo también vamos a vivir y sentir", agregó Bertolino.

Virginia y José forman parte de la compañía "La Contenta" y a partir de las experiencias que adquirieron desde que se conocieron decidieron armar "Urralín", una nueva compañía que los tiene como únicos integrantes  pero que no se despega del todo del paso inicial.

"Decimos que somos hijos de La Contenta porque ahí nos conocimos, conectamos y decidimos seguir con nuestro propio proyecto. Cada uno por su parte llegó ahí en el momento adecuado y sentimos que la compañía nos abrió las puertas de la carpa para poder también confirmar nuestro amor por el circo y por ese espacio", expresó la actriz.

Virginia indagó varias ramas de las artes escénicas desde pequeña, hasta que llegó al laboratorio de circo que dictó hace más de un año el propio Ferreria y se enamoró completamente de esta disciplina.

"Siento que teníamos las mismas energías de llevar a cabo un show un poco más personal, que sea solo de nosotros dos. Seguramente todas las experiencias pasadas nos trajeron hasta donde estamos parados. Nuestras ideas coincidieron y ahora sentimos que juntos cumplimos un mismo sueño que se hizo realidad", agregó, alegre, la payasa.

Para Bertolino, su personaje, "Urraca", es su propia niña interior, que se hace visible cuando se calza la nariz colorada y deja que sus cabellos revoloteen en su cabeza.

"Es una payasa a la que le permito ver todo lo que quizás la adultez me limita. Urraca me lleva al juego, a ser extrovertida, a permitirme jugar y equivocarme. También me lleva a lugares para explorar y aprender. Es un mundo que nunca termina, que siempre tiene algo nuevo", contó.