Centro de convenciones de Merlo: otra obra heredada de un visionario

Dicen que había una vez un hombre tan pero tan pobre que solo tenía dinero. Y a su vez, había un hombre tan pero tan rico que tenía ideas. Al poggismo, justamente, le faltan ideas. La gestión no arranca, no hay iniciativas, no hay acciones. O nadie se anima a decirle a Claudio Poggi que debe empezar a gestionar de una buena vez, o hay una parálisis colectiva puertas adentro que impide trazar objetivos superadores.

 El jueves pasado, el gobernador desarrolló una agenda por el Departamento Junín. Entre las acciones pactadas, recorrió la obra del Centro de Convenciones de Villa de Merlo, heredada de la gestión anterior, de Alberto Rodríguez Saá.

Los trabajos tienen un avance del 87% y están ubicados en la avenida Dos Venados. Con bombos y platillos, salieron a anunciar que se inaugurará para el Día del Turismo, el próximo 27 de septiembre.

De acuerdo a lo que informó la inspectora, Valeria Paramos, el 87% de avance tiene esa proporción porque falta el equipamiento, algo que influye en el porcentaje pero que es lo que se pone a último momento.

Desde los canales oficiales de comunicación del Estado remarcaron que la obra “busca impulsar el turismo y la actividad económica en la región”. Toda idea y acción de la gestión anterior, que tuvo la visión de materializar la iniciativa.

“Consta con dos salas y un auditorio totalmente equipado con revestimiento, acústico y sillas tipo Sheraton para distinta cantidad de eventos. También hay un escenario móvil que van a poder apilar y rotar según la actividad que se desarrolle en cada sala. La sala principal tiene una capacitad para 400 personas y una sala más chica donde entran aproximadamente 100 personas”, explicó Paramos.

El gobierno de Claudio Poggi sigue estancado, sin propuestas. En junio habían lanzado “Construyendo con tu pueblo”, que compromete a una ínfima parte de los recursos federales que cada vez se reciben con más cuantía. Apena pondrán en marcha obras de bacheo, pavimento e iluminación.

Pero en cuanto a estructuras de magnitud se trata, hasta ahora Poggi no ha hecho más que darle una lavada de cara a las proyecciones y presentarlas como propias, cuando en realidad las heredó.

Algo similar ocurre con otro tipo de medidas, como la Alarma Ciudadana, Prevención Ciudadana, la Policía Rural, que ya se trazaban antes de que Poggi asumiera la gobernación.

Una máquina de vender humo. Al mandatario nacido en Córdoba se le acabó la primavera y por ahora, solo se remite a impulsar lo que le es ajeno.

Dicen que había una vez un hombre tan pero tan pobre que solo tenía dinero. Y a su vez, había un hombre tan pero tan rico que tenía ideas. Al poggismo, justamente, le faltan ideas. La gestión no arranca, no hay iniciativas, no hay acciones. O nadie se anima a decirle a Claudio Poggi que debe empezar a gestionar de una buena vez, o hay una parálisis colectiva puertas adentro que impide trazar objetivos superadores.