Hay casi 60 calles del centro de la ciudad con falta de luminarias
Un relevamiento en 326 cuadras dentro de las cuatro avenidas detectó focos rotos o directamente la falta de postes de luz.
Por redacción
| 02 de septiembre de 2024
Temible, como una boca de lobo. Total oscuridad en las calles del centro. La situación es tierra fértil para los hechos delictivos. Foto: Lautaro Sánchez.
Ante una inseguridad creciente en toda la provincia de San Luis, donde la ciudad capital lejos está de ser la excepción, es fundamental que las calles estén bien iluminadas en su totalidad. Eso es algo de lo que no muchos vecinos se pueden jactar. El Diario de la República realizó un relevamiento en 326 cuadras dentro de las cuatro avenidas, es decir, lo que se considera el centro de la ciudad, y se detectaron un total de 57 calles con falta de luminarias.
Para esto se consideró si uno o más focos no estaban en funcionamiento, o si hay una zona de la cuadra en oscuridad, donde se corta la iluminación, producto de que falta la instalación de un poste de luz o un foco.
La principal observación es que, salvo algunas excepciones, en general, cuanto más lejos se está del microcentro de la ciudad, más problemas se encuentran.
La calle Falucho, por ejemplo, es la más castigada, teniendo 7 cuadras con falta de luminarias en todo su trazado. En contrapartida, Junín y Rivadavia son las únicas que se encontraron bien en toda su extensión.
Este problema es generalizado. En Balcarce y San Martín está el jardín Mi Mundo de Colores, del Instituto Educativo Cristo Rey, donde seguramente les vendría muy bien una buena iluminación en la esquina. Lo que sucede en muchos casos es que la iluminación de determinadas zonas depende de las luces exteriores de los propios vecinos y comerciantes. Es el caso, por ejemplo, de la calle Belgrano entre General Paz y Maipú, donde una importante cafetería colabora enormemente para que esa calle esté bien iluminada.
También se percibe la coexistencia de diferentes tecnologías. La cuadra de Las Heras cuando se transforma en bulevard, o las dos cuadras de la Colón entre Pedernera y Pringles son ejemplos de una iluminación correcta con tecnología led. Mientras hay otras calles que tienen unos focos más antiguos, que dan una luminosidad amarillenta, mucho más apagada.
Esta es la realidad dentro de las cuatro avenidas. Quizás este informe le sirva a la Municipalidad de San Luis para focalizar el trabajo y darle un mejor bienestar al vecino, además de contribuir con la seguridad dentro del centro de la ciudad, donde hay cada vez más casos de robos.
Ciudad a oscuras, ecosistema ideal para robos y arrebatos
El centro de San Luis, históricamente un área vibrante y activa, hoy enfrenta una crisis silenciosa, pero cada vez más evidente, producto de la inseguridad. No es solo la delincuencia creciente la que roba la tranquilidad, sino también la oscuridad que se cierne sobre las calles. Un relevamiento reciente de El Diario de la República reveló una realidad alarmante: casi 60 calles en el corazón de la ciudad carecen de una iluminación adecuada (Ver Página 2). En una ciudad donde el crimen acecha a la vuelta de cada esquina, esta situación es inaceptable.
La relación entre la falta de luz y el aumento de la inseguridad no es una simple coincidencia, y está comprobada. Los testimonios de vecinos y comerciantes afectados son contundentes. Luz Blasco, residente de la castigada calle Falucho, ha sufrido en carne propia las consecuencias de esta oscuridad: robos en su comercio en plena noche, mientras los delincuentes se escondían en las sombras. ¿Cuántas veces más deberá sufrir antes de que las autoridades tomen medidas?
Los negocios son víctimas de la creciente ola delictiva. Incluso comerciantes han tenido que asumir una responsabilidad que no les corresponde: iluminar por sus propios medios su cuadra para evitar robos. Así, la seguridad se transforma en un lujo que no todos pueden permitirse. La Municipalidad parece haber abandonado la noción de que la seguridad pública es su deber a través de la correcta prestación de los servicios esenciales, dejando a los vecinos a merced de su propia suerte.
Incluso la iluminación es escasa en aquellos sitios en donde es primordial, como por ejemplo en las adyacencias a instituciones educativas. Tal es el caso que en la misma manzana en la que hay un colegio privado, robaron en dos comercios ingresando por los techos.
No se trata solo de focos rotos o postes de luz ausentes, se trata de una indiferencia preocupante hacia el bienestar de los ciudadanos. Los robos no son incidentes aislados, sino una tendencia alarmante que se repite con una frecuencia aterradora.
Los vecinos del centro de la capital puntana están hartos de vivir en un ambiente donde la oscuridad es sinónimo de peligro. La ciudad de San Luis necesita una solución urgente. Es hora de que las autoridades se tomen en serio las demandas de sus ciudadanos.


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