Caso Pablo Peña: el Hospital Central deslindó responsabilidades y apuntó a la familia

La muerte del reconocido y querido peluquero Pablo Peña, causó dolor e indignación en los puntanos. Sus allegados apuntan que hubo negligencia en el Hospital Central "Dr. Ramón Carrillo", donde le trataron un fuerte dolor de espalda como si fuese una contractura, con analgésicos; el hombre murió después de cuatro días de intenso padecimiento. En las últimas horas, el establecimiento publicó un comunicado en el que detalló resultados de una investigación que se ejecutó a instancias del reclamo por el fallecimiento del paciente. Apuntaron a los familiares por no informar los antecedentes patológicos.  

El documento indica que el 25 de enero, el doctor Raúl Coria, actual director médico de la institución, se constituyó como coordinador del protocolo de gestión de riesgo del Comité de Riesgos, por acta del directorio Nº 365. Procedieron a una revisión "exhaustiva" de la historia clínica, que consistió en la búsqueda de información en bases de datos federales y provinciales relacionados a la historia clínica del paciente. Además hubo solicitudes de informes médicos adicionales. 

Las autoridades destacaron que este lunes citaron a los familiares de Peña para hacerles la devolución de lo investigado y las conclusiones a las que arribó dicha comisión evaluadora. Remarcaron que declinaron de la invitación. 

Por otra parte, el comunicado especifica que desde lo estrictamente médico, el paciente arribó a la consulta el 22 de enero, por servicio de Urgencia Emergencia, con un cuadro compatible con shock -falla cardiocirculatoria- por lo que ingresó de urgencia al shock room donde recibió atención inicial. Allí se solicitaron exámenes complementarios de diagnóstico entre los que se encuentran pruebas de laboratorio, radiografía de tórax, electrocardiograma, ecocardiograma, doppler vascular y barrido topográfico con y sin contraste. 

Dichos exámenes  -precisaron- permitieron descartar en primer lugar patologías relacionadas al shock cardiogénico, shock obstructivo y shock hipovolémico (como el infarto agudo de miocardio, arritmias ventriculares, disección de aortica, trombo embolismo pulmonar, derrame pericárdico con taponamiento cardiaco y aneurisma de aorta complicado). Al mismo tiempo, se realizó resucitación con coloides y cristaloides, doble sostén inotrópico y asistencia respiratoria mecánica.

"De los estudios realizados durante la atención del paciente, se diagnostica que se encontraba cursando un cuadro de shock distributivo asociado a shock séptico sin foco aparente con fallo de múltiples órganos. Por lo antes dicho, queda descartado que el mismo halla fallecido a causa de una neumonía", detallaron en el documento. 

De lo expuesto, quedan dos claves. Por un lado, no especificaron qué ocurrió en los días previos al fallecimiento, donde la familia apunta que hubo negligencia. No detallan qué sucedió, si durante esas consultas se concretaron estudios, cómo fue el feedback con los profesionales médicos. Por otra parte, todo infiere que hubo un mal diagnóstico: en primer lugar le dijeron al paciente que tenía una contractura, luego que podía ser el ciático y más adelante, con el deceso, le dijeron a la familia que sufrió "una septicemia causada por una neumonía". Ahora los profesionales advierten que no murió por neumonía.

"Lamentablemente el cuadro clínico del paciente, asociado a los hallazgos detectados en los estudios complementarios realizados por el Comité de Riesgos, indica la presencia de patologías crónicas preexistentes que afectan el sistema inmunológico, las cuales imprimen un riesgo mayor al común de los pacientes de su edad", apuntaron desde el Hospital. 

Al mismo tiempo, puntualizaron que estas patologías se corroboran por distintos canales de investigación, destacándose la información oficial que se encuentra alojada en las bases de datos federales y provinciales. 

El Ramón Carrillo apuntó a la familia. Subrayó que las patologías preexistentes no fueron informadas ni por el paciente ni por los familiares al momento de las diferentes consultas. "Omitir dicha información al cuerpo médico, actuó en desmedro de la salud del mismo", señalaron. 

También mencionaron que la omisión de la información de la inmunodeficiencia crónica hizo que el cuadro clínico que lo llevó a la consulta fuese catastrófico y refractario al tratamiento médico instituido. "El desenlace final se relaciona de forma directa con los antecedentes patológicos antes mencionados", remarcaron.

Por otro lado, mientras dure la investigación, el nosocomio resolvió apartar a las dos profesionales médicas que atendieron a Peña los días 18 y 21 de enero.

"En conclusión, el paciente no falleció a causa de una neumonía, la razón del deceso es extremadamente más compleja, se encuentra asociada directamente a sus patologías preexistentes las cuales, según los datos cotejados, se encontraba interrumpida en su tratamiento y las mismas fueron omitidas al cuerpo médico en el momento de las consultas", dijeron.

"Habiéndose concluido esta etapa investigativa, desde la institución acompañamos en el dolor a quienes hoy lamentan la pérdida irreparable de un ser amado. Asimismo, reafirmamos nuestro compromiso para con ellos y para con todos los sanluiseños que depositan en el sistema público de salud la responsabilidad de atenderlos ante cada dolencia", concluye el comunicado.