Plan PANE: "Mi hija tuvo vómitos, incontinencia fecal y urinaria, síntomas muy fuertes"

Los múltiples casos de intoxicación que se registraron en las escuelas "Pancha Hernández" y "La Rioja", pusieron bajo la lupa la entrega de comida a chicas y chicos de toda la provincia. Desde el año pasado, decenas de tutores vienen denunciando diferentes casos sobre viandas en mal estado. Pero las autoridades, lejos de tomar cartas en el asunto, minimizaron la situación tildándola de jugadas "políticas" y hechos de "desinformación". Ahora, las impericias arrojaron consecuencias límites, con un grave cuadro en la salud de los estudiantes. En ese sentido, una mamá que vivió en carne propia el terrible incidente, compartió el El Diario de la República su caso. 

La mujer pidió reservar su identidad, para evitar problemas con la institución y posibles persecuciones contra su hija. Sí accedió a contar que la pequeña tiene 6 años y aseguró que comió de los platos que entregaron el viernes. De acuerdo a lo que graficó, ese día buscó a la niña al establecimiento como todas las jornadas. Después de las 13, empezó con una serie de síntomas "muy intensos". 

"Empezó a decirme que le dolía la panza. Después tuvo mucho vómito y de repente se hizo pis y caca encima. Salimos corriendo para la guardia y quedó en el Hospital del Sur. Fueron síntomas muy fuertes, pobrecita", describió.

Cuando llegó al nosocomio, la mujer vio que había muchos niños en la misma situación, con síntomas similares. Golpeó la puerta de la guardia y los profesionales le preguntaron si "venía de la Escuela 'Pancha Hernández'". Cuando les confirmó que su hija había comido de las viandas del PANE, la hicieron pasar "inmediatamente". Estuvo desde las 14 hasta las 21 con la pequeña en observación. 

La mamá lamentó los hechos y aseguró que fue muy duro, tanto para ella que no sabía qué hacer para que su hija se sintiera mejor, como para la niña, que a tan temprana edad sufrió una descompostura terrible y absolutamente evitable. 

"El sábado se levantó y no se podía tocar la panza del dolor que tenía, la pasó bastante mal. Mi hija más grande dice que le sintió olor feo a la comida y no comió, pero una niña de 6 años no sabe darse cuenta, incluso están con la ilusión de comer en la escuela", mencionó.

Las denuncias previas y la pésima actitud de las autoridades

La mujer insistió en remarcar que desde el inicio del ciclo lectivo, madres y padres han denunciado diferentes problemas con la comida del PANE. Incluso destacó que hubo anteriormente niños que sufrieron descomposturas, que si bien no llegaron a lo extremo de los últimos casos, dejaban entrever que algo no andaba bien en el proceso de entrega de los alimentos. 

Es así que recientemente, mantuvieron una reunión con referentes del PANE. Una nutricionista del programa les apuntó que "probó la comida" y que "estaba apta". Es decir, lejos de escuchar atentamente la palabra de los tutores, se cerraron a "defender a capa y espada" el PANE, omitiendo todos los planteos de la gente. Ahora están las consecuencias a la vista.

"La mayoría coincide con el cansancio que tenemos. Esto lo advertimos y no fuimos escuchados. Lo que les pasó a los chicos es el límite, se fue al extremo. Gracias a Dios mi nena más grande no comió, sino hubiera estado con mis dos hijas internadas", puntualizó.

"¿Cómo pueden servir eso? Si los directivos o encargados de esta cuestión vieron que la comida tenía olor feo o que no estaba en condiciones, no tendrían que haber dado la comida. También son culpables", apuntó.

La palabra que causó "rabia"

A raíz de las denuncias previas de madres y padres, que ya apuntaban por la calidad de los alimentos, la directora del establecimiento, Cecilia Lucero, brindó declaraciones al medio Radio Plus (sobre la primera semana de marzo), en la que desmintió los hechos y "llevó tranquilidad" a la comunidad. Esas apreciaciones, despertaron "rabia" en los tutores, que se daban cuenta de la "hipocresía" de las afirmaciones.

"Se enojaron porque el distribuidor me trajo platos. La cooperadora iba a comprar platos para que no trajeran más táper en mal estado desde la casa, porque vienen bastante en mal estado, vienen con mucho olor, como también las tazas. Se van con la comida y al otro día vienen con la comida. Yo he dado la orden de que la comida no salga de la escuela, se come en el establecimiento. De acá que lleguen a los barrios donde vive la gente, la comida no llega en buen estado por el calor, por el ambiente, por tanta humedad. No es porque el distribuidor traiga la comida en mal estado, él trae en buen estado, yo como acá", manifestó tildando de "sucios" a padres y madres.

Las palabras fueron y son muy cuestionadas por la comunidad educativa. Resuena una pregunta: ¿Qué tienen para decir ahora, que la comida se sirvió en la institución y aún así fueron múltiples los casos de intoxicación?

Vale reflexionar sobre la cadena de responsabilidades. En una punta, el gobernador, que es la cabeza de plan, el propulsor e ideario de la propuesta. Luego, el ministro de Educación, máxima figura a instancias de la iniciativa escolar. Y le sigue la titular de Comunidad Educativa, que está a cargo de la implementación del PANE. En toda esa línea de jerarquía, desde el año pasado solo han emitido silencio frente a la preocupación de las familias. Lejos de brindar soluciones o al menos analizar los escenarios, se prosiguió "caprichosamente" en la misma sintonía de siempre, sin hacer autocrítica, sin rever los procedimientos.