El recuerdo de la senadora puntana que se emocionó cuando Bergoglio fue elegido Papa

“Es muy grande la emoción, es el cuarto o quinto llamado que tengo”, dijo, emocionada, la senadora puntana Liliana Negre de Alonso en medio de su discurso en la sesión del Congreso de la Nación. Los llamados que sonaban persistentes en su teléfono tenían una sola noticia para dar: Jorge Bergoglio era el nuevo Papa.

Era el 13 de marzo de 2013 y la atención del país no estaba en el Congreso de la Nación sino en Roma, donde se elegía al nuevo Sumo Pontífice. Pasadas las 15, la noticia recorrió el mundo y llegó al teléfono de la senadora puntana, que justo tenía la palabra sobre el proyecto de declaración en rechazo a un referendum en las islas Malvinas.

Profundamente católica, Negre de Alonso pidió una interrupción y ensayó unas palabras improvisadas que después quedaron en la historia. “Tenemos nuestro nuevo jefe y estoy sumamente orgullosa de que un héroe, un mártir, un hombre que ha dado su vida por la causa llegue hasta donde llegó.  Me pongo de pie simbólicamente ante el nuevo representante de la Iglesia Católica”, dijo ante el respeto de Amado Boudou, presidente del Senado.

Además, la senadora era una conocedora y admiradora de la obra de Bergoglio en Buenos Aires. “Cuando viajaba a Buenos Aires comencé a conocer la verdadera importancia que el cardenal tenía en el ámbito de su jurisdicción, donde hacía escuchar sus posiciones, en relación a los temas de la iglesia católica, pero también ,respecto de la protección de los más vulnerables, alzando su voz, en reclamos diversos”, dijo años atrás la exsenadora.