Rudy Cámera, un rector con problemas con los aumentativos
Cuestionado por el trato con los docentes y defensor incondicional del gobernador Poggi y del escandaloso plan PANE, el dirigente suma errores en su gestión y cada vez que se expresa en las redes sociales.
Los muchos detractores que acumula Rudy Cámera, el rector de la Universidad Provincial de Oficios de Villa Mercedes, aseguran que la única razón por la que se mantiene en su cargo es la ciega obstinación por seguir en cualquiera de sus decisiones al gobernador Claudio Poggi. Ladero incondicional del primer mandatario, quienes lo conocen dicen que “El Pupy” es capaz de cualquier cosa con tal de complacer a su jefe.
En la estructura gubernamental están bien diferenciados los funcionarios que se consideran ultrapoggistas –que son la gran mayoría- y aquellos que se animan, aunque sea de vez en cuando y a riesgo de ser echados, a cuestionarles algunas decisiones al gobernador. Entre los primeros, Cámera es considerado el más extremo, casi al punto de lo abyecto.
Basta recorrer sus redes sociales para encontrar el punto más servil de la estructura gubernamental. De los 12 primeros posteos que tiene actualmente en su perfil de Facebook, 10 tienen a Poggi como figura central.
En uno, para demostrar lo rastrero de su ocupación pública, felicita al gobernador por la administración del PANE, el cuestionado programa que intoxicó a más de cien chicos en las escuelas públicas de San Luis. “Lo felicito Gobernador Claudio Poggi por llevar adelante políticas como ésta!!! No es fácil!! Los pibes tienen hambre!!! Pero nos estamos haciendo cargo y ocupando!!”. Lo que es fácil es comprender el abuso de signos de admiración a los que recurre Rudy cuando habla de su jefe.
En medio de las adulaciones que el gobernador no responde nunca, Cámera se hizo un espacio para saludar, el pasado 12 de marzo, a su esposa en el día de su cumpleaños. Entre conceptos cariñosos escribió que ama “lo madrasa (sic), amiga y pareja que sos”. Debería saber el rector, como máxima autoridad de una institución educativa, que los aumentativos se escriben con z por lo que lo correcto sería madraza. Como “pelotazo”, “cacerolazo” o “bobazo”.
Puede que un error de ortografía sobre todo expresado en las redes sociales no sea tan grave, pero cuando viene de alguien que tiene la responsabilidad –y la asume con orgullo- de educar, el error pasa a ser un errorazo. Con zeta.
Con error y todo, el funcionario evidentemente siente un amor especial por su esposa. O al menos una confianza total en el aspecto laboral, pues consiguió después de algunas rápidas llamadas telefónicas que sea parte de la comisión que intervino la escuela autogestionada número 10 de La Ribera, “Vicente Lucero”.
En la dudosa defensa que Cámera ensayó de la implementación del PANE cometió otro de sus deslices, propios de cuando, ciego y sin armamento, se enfrasca en la guerra de responder en las redes sociales. Cuando un usuario comentó que la solución para los chicos es que el Gobierno entregue bolsones de comida para que coman en sus casas, Rudy escribió un mensaje en el que denunciaba que mucha gente que recibe ese beneficio “los cambia por droga”.
La lógica de personas como el rector indica que entregar comida en mal estado a los chicos en las escuelas es –según ese mismo mensaje- “hacerse cargo del problema real”. Allá él.
Pero más allá de su basamento ideológico, los mayores cuestionamientos para Rudy están centrados en el manejo sumamente desprolijo que hace de la Upro. Despilfarros económicos, obrazas (con zeta) sin necesidad, autoritarismo disfrazado de sonrisa, nada es tan grave como el trato que tiene con los empleados y, fundamentalmente, con el plantel docente de la institución.
La semana pasada, el rector les mostró el camino de salida a dos profesores que desde el año pasado reclaman un aumento de sueldos prometido por el propio Cámera. Los argumentos del rector para negarles la mejora de salarios son los mismos que exponen sus jefes: “No hay plata”.
Sin embargo, “Pupy” y su sonrisa desembolsaron 300 millones de pesos para inaugurar el comedor de la Upro, con un pequeño detalle: la obra estaba terminada por la gestión anterior. La cifra sirve para verificar una realidad que están empezando a ver algunos funcionarios en Terrazas del Portezuelo. “Es impresionante lo que está saliendo la Upro en gastos”, dijo alguien que sabe que la caja que mueve la universidad bajo el pretexto de brindar una mejor educación no siempre va hacia esos fines. Cajaza. Con zeta.


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