Alejandro Olmos Gaona
Historiador
Cristina Kirchner, la justicia mediática y la falta de memoria
Con motivo de mis expresiones públicas sobre el arbitrario fallo de la Corte Suprema condenando a la ex presidenta, era de esperar un sinfín de cuestionamientos, pero también hube de recibir insultos varios en mensajes a mi celular. Muchos disconformes porque no dije que la Sra. De Kirchner era totalmente inocente, y otros porque no señalé tajantemente su culpabilidad.
No hubiera podido hacerlo porque no conozco una causa que tiene 160.000 páginas, y fallos de casi 1000. Aunque los comentaristas y expertos de las redes, que ni siquiera leyeron las 27 carillas del fallo de la Corte se creen autorizados a hablar. Pareciera que a todos les cuesta la búsqueda de la verdad, y solo les interesa confirmar los juicios preestablecidos que tienen sobre la expresidenta.
Todos conocen de sobra, que he cuestionado una gran cantidad de políticas llevadas a cabo por distintos gobiernos, muy especialmente en materia económica. Que he criticado a funcionarios, a legisladores, y a todos aquellos que, en el ejercicio del poder, tomaron decisiones a mi juicio equivocadas.
También he mostrado los mecanismos utilizados para defraudar a la Nación, y he denunciado a los que han afectado el patrimonio público, no quedándome en simples comentarios de circunstancias.
También he censurado a la justicia federal por su inacción en causas fundamentales que tienen que ver con la defraudación de que ha sido objeto el Estado durante décadas, aportando todas las pruebas que pude conseguir.
Pero una cosa es la crítica de buena fe, y el accionar sobre la base de evidencias concretas, y otra muy distinta es utilizar a la justicia por razones subalternas que tienen que ver con las miserias de la política, y darles entidad a versiones interesadas, a especulaciones partidarias, y a supuestos arrepentidos, que abruptamente deciden contar algunas cuestiones sobre la base de un guion mal escrito.
También difundir hasta el hartazgo noticias sobre actos de corrupción utilizados muy selectivamente, y guardar un silencio sepulcral sobre otros de mayor entidad, sobre los cuales los grandes medios se hacen los distraídos, como si no tuvieron la menor importancia.
Se usa un doble standart sobre aquello que se juzga, de acuerdo con los intereses que se defienden. y se ponen a diario en evidencia, al callar otras investigaciones que involucran no a los ladrones ocasionales estilo Báez, sino a todos aquellos que forman parte de una corrupta estructura internacional de negocios, que comandan los grandes grupos financieros y poderosos empresarios, a los que la justicia nunca pudo incriminar, no porque no hayan delinquido, sino porque no se han atrevido a enfrentarlos
Pareciera que el delito en la Argentina se circunscribe a Lázaro Báez, a Cristóbal López y a otros y sus relaciones con el gobierno kirchnerista, todo ello alimentado por los testimonios de impresentables sujetos que un buen día se decidieron a hablar. Y desde ya el paradigma de la corrupción es Cristina Kirchner.
Está muy bien que se investigue a los ladrones, que se sigan supuestas rutas de dinero y se pueda establecer las matrices de ciertos esquemas corruptos, pero nada de eso ocurre con otros personajes, que a pesar de tener imputaciones en varias causas solo se los menciona al pasar, no hay intención de profundizar las investigaciones, y seguramente se terminará con la prescripción de las causas.
Que se haga una barahúnda infernal para que la Sra. De Kirchner sea condenada, y la casi totalidad de los medios, hablen de manera exclusiva sobre la corrupción entre los años 2003 y 2015 se ha convertido ya en un latiguillo como ocurrió en su momento con la infame imputación del Fiscal Nisman a la ex presidenta, que era un fárrago de peticiones de principio, suposiciones endebles, sospechas artificiosas, y que sin embargo fue expuesta, como si hubiera evidencias incontrovertibles, que permitieran la existencia de una posible culpabilidad, y se sigue adelante con el proceso.
Ahora bien, nada ocurre, con otras “causas” de mucha mayor relevancia, que la gente no conoce, que algunos se enteran de oídas, y que permite que muchos personajes, imputados de diversos delitos ejerzan la función pública y ninguno de los medios dedicados a la cacareada corrupción de los Báez y compañía, hagan la menor referencia a ellos, ni les pidan la renuncia, ni sean tapa de diarios, y tengan un status especial que los protege de cualquier afectación pública.
Varias offshore de funcionarios del gobierno, que ninguno de sus titulares explica para que fueron abiertas, aunque pareciera que esas sociedades son el paradigma de la legalidad el sobreseimiento de Gustavo Arribas sin investigarlo, los negocios de Caputo Basuili con títulos de la deuda investigados por el Fiscal Delgado, la cripto $LIBRA, son solo algunas de las cuestiones que muestran, ese doble standart del que hablaba, donde unas causas se muestran hasta el hartazgo y otras pareciera que no existen, y las investigaciones se diluyen.
Ni hablar de la causa de la deuda, donde están involucradas las principales empresas nacionales y extranjeras, y una nutrida cantidad de funcionarios desde 1976 hasta hoy. Esa causa que muestra el mayor fraude económico cometido en perjuicio del país por miles de millones de dólares es absolutamente invisibilizada.
El chiquitaje da más réditos mediáticos y así se manipula a la opinión pública. Es así como el delito estructural, cede ante las prácticas corruptas de personajes menores, y aunque la dirigencia política lo conoce parece que hubiera perdido la memoria. Ejemplo de ello es Elisa Carrió, que, en el 2001, mostró los manejos de los grandes grupos financieros nacionales y extranjeros, y hoy solo se dedica a la corrupción vernácula.
Hoy nadie se acuerda de la offshore uruguaya de los Macri, que fue arma eficaz para practicar el contrabando, delito que fue probado y del cual zafaron debido a un artilugio jurídico utilizado por la mayoría automática de la Corte menemista. Solo hubo tres jueces dignos que firmaron contra esa sentencia: Carlos Fayt, Agusto C. Belluscio y Enrique Petracchi, y tampoco de las deudas ficticias que el grupo SOCMA, y otros estatizaron en 1982. Como tampoco nadie recuerda la actividad delictiva de Swift en la década del 70, o los millonarios avales a empresas privadas que nunca fueron pagados.
Sería bueno al respecto que los numerosos periodistas que hablan de la corrupción les contaran a los lectores los indebidos beneficios que tuvieron los diarios "La Nación" y "Clarin" , como dueños de Papel Prensa, y como la investigación de la justicia federal demostró acabadamente, que el Estado después de pagar los avales que ellos no pagaron, no se tomó el trabajo de reclamarles las sumas a las que esa empresa se había obligado.
También sería bueno que recordaran a Parques Interama, que nunca pagó avales por 40 millones de dólares, que beneficiaron a un grupo de aventureros, de los que nadie se acuerda porque son parte de cierta clase social, donde se cultiva la manera de estafar al país con modos más sofisticados, que aquellos sujetos que hoy son tapa de los diarios. Y por qué no acordarnos de los hermanos Rhom y sus socios en el Banco General de Negocios (Chase Manhattan Bank), Dresdner Bank, Credit Suisse First Boston, donde se produjo una gran defraudación que terminó con alguna prisión ocasional y la inhabilitación y multa a directivos como José A. Martínez de Hoz.
Para no extenderme más sobre grandes defraudadores, que los grandes medios no mencionan, y que son parte de la dormida investigación del Juzgado Federal N° 2, va este listado
Principales beneficiados
01 – Cogasco SA 1.348.000.000
02 – Autopistas Urbanas SA 951.000.000
03 – Celulosa Argentina SA 836.000.000
04 – Acindar SA 649.000.000
05 – Banco Río 520.000.000
06 – Alto Paraná SA 425.000.000
07 – Banco de Italia 388.000.000
08 – Banco de Galicia 293.000.000
09 – Bridas SA 238.000.000
10 – Alpargatas SA 228.000.000
11 – CitiBank 213.000.000
12 – Cía. Naviera Perez Companc 211.000.000
13 – Dalmine Siderca 186.000.000
14 – Banco Francés 184.000.000
15 – Papel De Tucumán 176.000.000
16 – Juan Minetti SA 173.000.000
17 – Banco Mercantil 167.000.000
18 – Aluar SA 163.000.000
19 – Banco Ganadero 157.000.000
20 – Celulosa Puerto Piray 156.000.000
21 – Banco Crédito Argentino 153.000.000
22 – Banco Comercial del Norte 137.000.000
23 – Banco de Londres 135.000.000
24 – Banco Tornquist 134.000.000
25 – Banco Español 134.000.000
26 – Sade 125.000.000
27 – Sevel 124.000.000
28 – Banco de Quilmes 123.000.000
29 – Parques Interama 119.000.000
30 – Cía. De Perforaciones Río Colorado 119.000.000
31 – Swift Armour 115.000.000
32 – IBM 109.000.000
33 – Banco Sudameris 107.000.000
34 – First National Bank Of Boston 103.000.000
35 – Astra A Evangelista SA 103.000.000
36 – Mercedes Benz 92.000.000
37 – Banco De Crédito Rural 92.000.000
38 – Deutsche Bank 90.000.000
39 – Industrias Metalúrgicas Pescarmona 89.000.000
40 – Banco Roberts 89.000.000
41 – Banco General de Negocios 87.000.000
42 – Alianza Naviera Argentina 82.000.000
43 – Propulsora Siderúrgica 81.000.000
44 – Ford 80.000.000
45 – Astilleros Alianza SA de Construc. 80.000.000
46 – Masuh SA 80.000.000
47 – Continental Illinois National Bank 76.000.000
48 – Banco Shaw 73.000.000
49 – Pirelli 70.000.000
50 – Deere and Company 69.000.000
51 – Cemento Noa 67.000.000
52 – Banco Supervielle 65.000.000
53 – Alimentaria San Luis 65.000.000
54 – Loma Negra 62 .000.000
55 – Selva Oil Incorporated 61.000.000
56 – Macrosa 61.000.000
57 – Sideco Argentina 61.000.000
58 – Chase Manhattan Bank 61.000.000
59 – Bank Of America 59.000.000
60 – Astra Cía. Argentina de Petroleo 59.000.000
61 – Deminex Argentina 57.000.000
62 – Industrias Pirelli 56.000.000
63 – Esso 55 La Penice S A 53.000.000
64 – Manufactures Hanover Trust 53.000.000
65 – Petroquímica Comodoro Rivadavia 52.000.000
66 – Cia General Fabril Financiera 52.000.000
67 – Panedile Argentina 51.000.000
68 – Fiat 51.000.000
Aclaro que las cifras son en dólares y no en pesos.
Esta deuda que suma en total junto a otras que sería largo enumerar la escalofriante suma de VEINTITRES MIL MILLONES DE DÓLARES informada por el Banco Central al Juzgado Federal N° 2, fue transferida al Estado Nacional en 1982 por estas empresas, para que todos los ciudadanos las paguemos, ya que todos los gobiernos sin excepción lo hicieron y también las refinanciaron.
El Estado nunca exigió la devolución de lo que había pagado por ella a los bancos extranjeros.
Estas sumas actualizadas a dólares de hoy representan 160.000 millones dólares defraudados al Estado por esas empresas que crearon deudas ficticias para beneficiarse, lo que fue investigado por auditores del Banco Central, que durante la gestión de Alfonsín decidió archivar esa investigación
Podría sumar la Comisión Investigadora del Banco Central que demostró en 1992, como los privados se beneficiaron de 75.000 millones de fondos públicos entre las décadas del 80 el 90, y jamás devolvieron el dinero. Hoy son 246.000 millones de dólares
Es más fácil imputar a Lázaro Báez que a los grandes bancos, y a las empresas que nos defraudaron durante décadas y justificar hoy lo que se criticaba ayer. Pero, así como es necesario poner en descubierto las maniobras de los que hoy son pasto de las fieras periodísticas, con mucha más razón es imprescindible investigar y encarcelar a todos aquellos que en una verdadera concertación de complicidades, sirvieron al sistema financiero y a ciertos delincuentes llamados empresarios para saquear los recursos de la Nación. Solo así se hará justicia y no seguiremos siendo un país al “margen de la ley” como lo mostró ese gran jurista que fue Carlos Nino.


Más Noticias