Parado al principio de sí mismo
Para celebrar sus 35 años con la música, el cantante deja por un rato los bares y se anima a un teatro. "Es un desafío en mi carrera, sobre todo para lo que viene después", dijo.
El eterno trajinante de los bares de San Luis llega al teatro. El camino de Eduardo “Tano” Palmero por los espacios de copas de la ciudad siempre se construyó como un cantante que se pone su guitarra al hombro y sale a recorrer la noche. Para celebrar sus 35 años de visitas a tugurios y pubs, el músico se presentará en la sala Hugo del Carril el viernes 8 de agosto a partir de las 21:30.
El recital de Palmero se centrará en las canciones que lo acompañaron durante su vida artística, durante la que interpretó a “los artistas que más me han tocado el alma”, según le dijo a El Diario de la República. Para la ocasión, “El Tano” seleccionó a un combinado de amigos y músicos que sería la envidia de cualquier solista: Daniel Milone en piano y dirección musical, Javier Bentivegna en bateria, Juan Agustín Lucero en percusión, Leandro Ojeda en guitarra, Mario Loyola en acordeón y Fabio González en saxo, todos instrumentistas que, como él, tienen un amplio recorrido en la escena provincial.
“Siempre me encantó tocar en bares, sobre todo en esos pubs chicos. Así seguiré mientras se pueda”, prometió Eduardo, quien nació en Cosquín y vivió en La Toma hasta los 17 años, cuando se fue a Córdoba para desarrollar su carrera artística. A finales de los 90 se instaló definitivamente en San Luis, donde vive con su esposa y sus tres hijas.
La primera vez que se sentó con su guitarra en un pub puntano fue en 1996, en el recordado Patio Colón. Palmero estaba de paso por la provincia y consiguió un espacio para hacer lo que sería más tarde su principal actividad musical. “Después –recordó- toqué en el bar El Paseo durante dos años hermosos”. En su recorrida, el guitarrista tocó en muchos lugares de los que guarda buenos momentos, como Baco’s o el más reciente “Manso cabrón”, que fue administrado por él.
Porque a la par de su carrera musical, Palmero se dedica a la gastronomía como responsable de bares y restaurantes muy recordados en la provincia, como la parrilla “Moskato”. Hace pocas semanas con su socio adquirió “La ferroviaria”, la coqueta vinería del Puente Blanco donde todos los viernes y sábados programa bandas en vivo.
En sus presentaciones, “El Tano” está indefectiblemente relacionado a Joaquín Sabina, el cantautor al que admira e interpreta hace 25 años. “Empecé a hacer sus canciones en Córdoba en El pizarrón pub”, recordó el músico, quien dijo que las obras del español fueron las que le dieron las mayores alegrías.
Los temas del madrileño estarán, obviamente, en el recital del viernes, un encuentro que el intérprete observa como “un nuevo desafío en mi carrera, sobre todo para lo que viene después”. Sostuvo además que en adelante observa nuevos horizontes en la música a los que “voy a dedicarle el tiempo que sea necesario”.


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