Las inmobiliarias puntanas no ven la hora de que termine el 2014 para tirar a la basura todos los almanaques que encuentren a la vista. Un sondeo de El Diario de la República por los negocios del rubro determinó que la venta de inmuebles en la ciudad sigue en caída libre, con niveles de comercialización un 50 por ciento menores a los que registraban el año pasado y que replica los porcentajes manifestados durante el primer semestre. Los operadores dicen que el desplome refleja la falta de crédito, la fuerte incertidumbre cambiaria y la alta cotización de las viviendas.
Dicen que el colapso es por la falta de crédito, la incertidumbre cambiaria y la alta cotización.
“Estamos igual que en julio, aun con el hecho que en los últimos meses del año es un período en el que la gente tiene un poco más de tiempo para hacer una inversión”, destacó Franco, de Inmobiliaria Guillermo Miranda. “Cerramos el 2014 a los golpes. Sólo la compra de terrenos se ha mantenido y no ha bajado tanto”, afirmó Guido González, de Aike Propiedades. En Demo Williams coinciden que hoy el sector en San Luis está “todo parado”.
El desmadre en los números de la macroeconomía nacional, que marcó un antes y un después con la devaluación de principios de año, mantiene cautelosos tanto a compradores como vendedores. “Hay escasez de dólares. Los billetes no se pueden conseguir y eso paró las operaciones. La distorsión entre el oficial y el blue es otro elemento que dificulta las ventas”, destacó González, y subrayó que en el 2014 el flujo del crédito para el sector se evaporó. “Hasta el año pasado no eran infrecuentes las operaciones en la que el préstamo que se obtenía de una entidad bancaria permitía aportar una porción significativa de la inversión final. Ahora no es así. Además, el plan Procrear, si bien implicó una mayor actividad, no incidió tanto como se pensaba”, agregó.
Más allá de las consecuencias del mal momento del la economía, en las inmobiliarias advierten que el mercado puntano está sobrevaluado y que eso también complica la negociación.
“Hay propiedades que con las mismas características están más caras acá que en la ciudad de Córdoba”, comparó González. El valor mínimo para una casa de dos dormitorios dentro de las cuatro avenidas ronda los 800 mil pesos. En las zonas más cotizadas (este de la capital, Juana Koslay en general y Las Chacras), sólo la adquisición del terreno puede llegar a ese valor.
La única novedad en un mercado deprimido son las consultas que realizan personas de otras provincias interesadas en radicarse en San Luis. González indicó que la mayoría de los llamados proceden de ciudad y provincia de Buenos Aires y Santa Fe.
Los alquileres, la contracara
En un año para el olvido, sólo el movimiento de los alquileres salva la ropa para el sector. Franco dijo que la demanda se ha mantenido a lo largo de 2014 y que en los últimos meses incluso creció por la búsqueda de los estudiantes universitarios.
“Los aumentos en el precio de los alquileres están en un 25 y un 30 por ciento anual, pero los pedidos no bajaron. Pensábamos que con las viviendas que entrega el Gobierno íbamos a ver un descenso de la actividad, aunque esto no se produjo. Ha sido muy poca la incidencia”, aseveró González.
El incremento en la cotización de los inmuebles también se refleja en los alquileres. Antes la renta era calculada al 1 por ciento del valor de la propiedad, mientras que ahora ese coeficiente llega sólo al 0,3 por ciento.
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