Vidrios rotos, cerraduras forzadas, insumos de computación en el piso y los cables de la luz cortados, fueron el resultado del ataque que el miércoles a la noche sufrió la sede de la Liga Sanluiseña de Fútbol, en Bolívar 933, entre Rivadavia y San Martín.
Los directivos de la institución madre del fútbol puntano señalaron como responsables de los desmanes a Jorge Bruno, director técnico de la Reserva del club San Lorenzo, y a un grupo de diez jugadores de esa categoría del club.
El enojo de los violentos fue la suspensión del partido que debían jugar el sábado San Lorenzo y San Antonio de Estancia Grande en cancha de Unión (local San Lorenzo), válido por los cuartos de final de la Reserva del Torneo Unificado. En la ida, Estancia ganó 2 a 1.
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