Al Centro del Movimiento Terapéutico, del barrio Juan Manuel de Rosas, asisten personas con discapacidades físicas. Ahí hacen los ejercicios para mejorar su motricidad pero sufren de otra prueba, una que no está contemplada en la rutina. A menos de cinco metros de ese local y a escasos tres metros de la avenida Eva Perón hay un minibasural en Estado de Israel y Abelardo Figueroa. Los vecinos reclamaron que la Municipalidad lo limpie, pero luego de cuatro meses, aún no obtuvieron respuesta.
Es sólo una esquina, pero la vista es fea: hay cajas de manzanas, ramas, ropas y bolsas de basura.
Es solo una esquina, pero la vista es fea. Hay cajas de manzanas, ramas de árboles, ropas y bolsas de basura. Ese cúmulo de porquerías parece una feria para los transeúntes. Algunos pudieron llevarse un colchón y otros, gomas de autos. Hasta una persona encontró un pantalón tirado, lo levantó para tomarle la medida a ojo, lo sacudió y se lo quedó.
“Por suerte hasta ahora no tiraron animales muertos, que eso causa mal olor”, sostuvo la jubilada, Olga Cordón, que tiene problemas para caminar debido a un ACV que sufrió hace 14 años. A su parecer la culpa está afuera, ya que ella y algunos habitantes señalaron que las personas que tiran toda la mugre no son caras conocidas del barrio.
La mujer está cansada de pedir de buenas maneras que "embellezcan" el frente de su casa. En una hoja A4 tiene todos los reclamos que realizó desde 2013 hasta la fecha. El 7 de julio de este año hizo el primero de 10 llamados hasta el momento y, por ahora, sin suerte.
“Las chicas que me atienden el teléfono son amorosas y me han dicho que cambian el área municipal que corresponde para ver si tenemos suerte”, comentó. Lo cierto es que su casilla de correo electrónico recibía las notificaciones de que los funcionarios municipales fueron avisados por el reclamo. Sin embargo, esta situación cambió en los últimos dos meses donde la jubilada aseguró que “nunca más entraron mails”.
La jurisdicción no cuenta con una comisión vecinal activa, sino que Cordón es la referencia de todos los vecinos, su voz cantante. Todos coincidieron que gracias a ella asfaltaron el barrio, luego de ir durante dos años a la Municipalidad y que los funcionarios le reconocieran las obras, “ya que estaban hartos de verla”.
Al lado del espacio público que está frente a las construcciones de Estado de Israel, se encuentran dos canchas de fútbol cuyo césped está cortado. Los habitantes de la zona comentaron que una cuadrilla municipal se encarga de poner a punto el pasto para que los adolescentes despunten sus habilidades con la pelota. Sin embargo, a su lado se encuentran cajas de maderas y a unos 10 metros más, el minibasural.
Los vecinos dijeron que en reiteradas oportunidades les pidieron a los trabajadores de la Intendencia si podía sacar la mugre o al menos alertar a los funcionarios para que den la orden. La respuesta fue que ellos sólo tenían autorización para cortar los pastos y quitar los residuos pero no para levantar esa montaña de porquerías.
“La Municipalidad hace campañas para prevenir el dengue pero si cruzás la Eva Perón hay una chatarrería y dicen que ése no es asunto suyo. Ahí hay muchos repuestos de autos donde se acumula el agua y es un peligro para la comunidad”, opinó la vecina.
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