Los mecánicos y científicos aseguran que si bien los casos son esporádicos, la muerte por intoxicación de gases tóxicos mientras se viaja en un auto es una posibilidad si no se realizan los controles pertinentes en los coches. Aseguran que las recomendaciones principales pasan por revisar que no haya pérdidas en los tubos de GNC, que el motor realice una combustión adecuada y controlar el estado de los burletes.
Afirman que son raros los accidentes en vehículos con monóxido de carbono.
Los especialistas coinciden que antes que nada no hay que aventurarse a realizar el “service” o realizar modificaciones en la unidad de forma casera, si no llevar el vehículo a personal capacitado en el tema. Los tubos de gas natural comprimido que poseen los autos, deben tener una revisión periódica. Lo recomendable es que los usuarios chequeen el espacio entre el habitáculo donde van los pasajeros y el sector por donde pasa el sistema del gas, ya que pueden quedar orificios o irregularidades.
“Nos ha pasado de revisar vehículos con tubos de gas ajenos. Es decir autos que están inhabilitados para viajar, y a los cuales los dueños para no gastar, les sacan el equipo de gas y se lo colocan a otro coche. Si este proceso no se hizo correctamente, se producen pérdidas”, dijo José Isgro, dueño de un taller que lleva su nombre. Además afirmó que los escapes anómalos de GNC representan un inconveniente más común en autos viejos, ya que los modelos más modernos cuentan con catalizadores.
El otro punto que se debe controlar para evitar las emanaciones de gases son los burletes. Si el auto ha recibido golpes traseros y no se realizó la reparación de manera adecuada, el gas puede ingresar por un mal cierre de este sector del vehículo.
Las intoxicaciones por monóxido de carbono también son una posibilidad en los automóviles, aunque su manifestación es muy rara.
“No se puede negar la posibilidad de morir por la acción de este gas. Pero para eso tenés que estar en un ambiente cerrado herméticamente. Además los autos de gama media o alta tienen filtros, por lo que siempre existirá algún tipo de ventilación. Para que se de una combustión incompleta que genere monóxido, el auto tiene que estar fallando de una manera notoria. Un ejemplo son algunos autos gasoleros cuyos inyectores funcionan mal y largan humo negro. Aquí se produce una combustión incompleta y por ende la posibilidad de emanación”, explico Gerardo Camí, doctor en Bioquímica.
El especialista señaló que las personas no detectan por su olor el monóxido de carbono, por ende cuando la intoxicación ocurre es escaso el tiempo de reacción.
“No hay que descartar casos de este tipo en autos, pero en realidad son más habituales en espacios edilicios, donde la presencia de calefactores, braseros, entre otros, aumenta la posibilidad de que disminuya el oxígeno y aumente el monóxido de carbono, además de otros gases” finalizó Camí.
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