Julio Falco, el fundador del Merlo que hoy vemos

En Merlo despidieron los restos de Julio Falco, que fue un personaje maravilloso de la Provincia de San Luis. Muy querido, muy serio, humilde, trabajador y que tuvo varias cuestiones para destacar. Fue un ejemplar y gran persona.
Hay que reconocer que fue el fundador del Merlo que hoy vemos. Merlo era un pueblo más del Comechingones, con su espectacular belleza y sus enormes tradiciones. Merlo es la última fundación de los Borbones y la última fundación de las colonias de España en América, casi a fines del siglo XVIII. Se la llamó en homenaje a Pacheco de Melo, el virrey, pero se deformó la palabra y quedó Merlo.
Se compone además de varios parajes: Piedra Blanca, Rincón del Este… En esa zona había un grupo de soñadores entre los que también estaba el poeta Agüero. Junto con Falco hablaron con los gobiernos centrales y propusieron cosas para Merlo, que en realidad eran de infraestructura mínima, como luz eléctrica o mejora de la red de agua. Así se hizo conocer Julio Falco, en algún momento lo nombraron intendente y su gestión pasó a ser importante y grande. Es un ejemplo de cómo se hacen las cosas, porque soñó con un Merlo grande como el de ahora. Cuando comenzó a soñarlo no era así. De los grandes sueños que él tenía, lo que le ofrecían o lo que podía lograr eran cosas muy chiquitas, pero las fue encadenando de a poco para lograr esto.
Él soñó y sus sueños lo compartieron los demás, lo que hoy peinan canas y estuvieron acompañándolo en el velatorio y el sepelio. Entre esos soñadores también estaba el poeta Agüero.
El primer gran logro de Falco fue un sistema de capacitaciones para la gente de Merlo. Y pensó en hotelería y restaurantes, que no estaban, y en la capacitación de esa gente. Apareció una enorme actividad gastronómica hotelera en Merlo que se sumó a la llegada del casino, que fue una inversión privada y se fantaseó que era de Frank Sinatra. Se llamaba Flamingo, igual que el casino de Las Vegas. Los hombres de Merlo, entre ellos Julio Falco, dejaban correr esta fantasía porque era conveniente.
Todo este amor le puso a Merlo don Julio Falco, quien además de ser un político de raza y de estirpe, tenía la virtud más grande que puede tener un político: trabajaba por la unidad. Las cosas se discutían con el diálogo, con racionalidad. Era un hombre prudente, las decisiones que tomaba estaban en el marco de la prudencia. Se jugaba entero por la causa y así lo hizo en momentos difíciles. Julio Falco siempre estaba en donde tenía que estar. No le mezquinaba al sacrificio o al trabajo. En momentos fáciles tenía la humildad de no pretender estar en la tribuna o en la foto.
Fue un enorme personaje de Merlo y de la Provincia de San Luis. Está entre los gloriosos e ilustres puntanos que han construido esta provincia.
Lo homenajeamos y compartimos el dolor de su familia y de sus amigos, que son muchos.
La última vez que estuve con él fue en un homenaje a Agüero. Estuvimos sentados con el doctor Ricardo Torres y hablamos del poeta. Él nos contó de su amistad con Agüero, cómo compartió cosas y la confianza que tenía Agüero en él.
Éramos amigos con Falco, al igual que con su familia.
Cuando digo Merlo pienso en Julio Falco, en lo que hicieron él y su familia y en lo que son en la Villa de Merlo.
Merlo está muy triste, murió uno de los hombres más importantes y más gloriosos que ha tenido. Se fue a encontrar con Antonio Esteban Agüero, allá en el cielo.