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Un laboratorio puntano cumple con normas de calidad internacional

Por redacción
| 17 de febrero de 2014

 

Mil análisis se realizan por día en el laboratorio.


El diagnóstico es importantes porque ayuda al doctor a mejorar el tratamiento del paciente”, comentó el bioquímico Guillermo Orellano Elorza quien dirige el laboratorio familiar, que comenzó hace 43 años en la ciudad de San Luis y es la primera empresa del rubro que es certificada con Normas ISO 9000, avalada internacionalmente. Un proceso que ejecutan desde el año pasado

 


El actual director explicó que “la idea es instaurar una cultura de mejora continua donde los procesos están estandarizados y normatizados en el manual ISO 9001-2008, que establece cómo se tienen que realizar las compras, administración de los recursos humanos o facturación”. Los auditores externos del Instituto IRAM ratifican los escritos.

 


La preocupación por la calidad comenzó en 1971. “Las cosas se tienen que hacer bien y a medida que se suma personal, alguien te tiene que certificar ese proceso. En 1994 comenzamos con los controles de calidad externos, es decir, uno manda pruebas y compara resultados con otros laboratorios. En el 2003 iniciamos la acreditación del laboratorio, donde el ente nacional, Fundación Bioquímica Argentina, corrobora que el trabajo se hace bien.

 


Los fundadores de este emprendimiento fueron los puntanos Osvaldo Orellano y María Edith Elorza. Luego se sumó el hijo de la pareja, Guillermo, y su esposa, María del Valle Recabarren. Además, otros hijos de los iniciadores participaron de la movida: La arquitecta, Adriana, ideó el edificio actual de Mitre 727 especialmente para que funcione el laboratorio y su hermano ingeniero, Andrés, colaboró en ese bosquejo. En la actualidad son una veintena de profesionales, equipados con unos 100 aparatos para análisis.

 


Osvaldo y María Edith montaron el primer laboratorio en el living de su casa. Luego se mudaron a otra y también debieron ampliar las instalaciones. “Siempre cuidando la calidad”, aclaró la bioquímica. Finalmente, en 2005 se establecieron en las oficinas actuales.

 

 


“Esto empezó en una habitación de mi casa y siempre tuve la curiosidad de saber de qué se trataba todo esto. Me fue gustando”, dijo Guillermo sobre sus inicios. Su madre agregó que la “vocación la llevó desde nene”.

 


En esta época existen mil tipos de análisis clínicos diferentes.

 


Para conocer la opinión de sus pacientes, en el estudio se entrega una encuesta para que los usuarios califiquen al servicio prestado. Se pregunta por la atención en recepción, el tiempo de demora de atención, cómo son atendidos cuando alguien llama por teléfono y sobre la limpieza y la comodidad de las instalaciones.

 



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