“La economía nacional tiene un problema en el software”

En relación a la economía argentina soy estructuralmente optimista. No tiene un problema en el hardware, sino en el software. Contamos con lo que demandará el mundo en los próximos veinte años, como alimentos, energía y minería, aunque a la vez existe un deterioro brutal de las instituciones”, contrastó el director de la consultora Abeceb.com Dante Sica en una disertación que brindó en la sede de la Fundación de Investigación Social Argentino Latinoamericana (FISAL) sobre las perspectivas económicas del país para este año. En la conferencia, el economista señaló que a pesar de que existen recursos y  un contexto externo favorable, la Argentina sufre de desequilibrios  que surgen del cambio constante de las reglas de juego y de no atacar los problemas de fondo, como la inflación y el déficit fiscal.
Un ejemplo de la tendencia de la administración nacional de actuar tarde o cuando no queda otra opción es la devaluación. “La realidad se llevó puesto al Gobierno. Lo que hemos visto hasta ahora es el inicio de un plan de estabilización sobre la base de la política monetaria, aunque esto no implica ganar la batalla, es sólo una tregua. Se logró comprar tiempo, pero la inflación ya se la está comiendo”, afirmó Sica, quien advirtió  que esta medida, que busca frenar la caída de reservas y achicar la distorsión en la cotización del dólar, tendrá  un efecto recesivo. 
“La devaluación se debería haber hecho de otra forma y en el 2011, antes de poner el cepo cambiario. El Gobierno la hizo de la peor manera, de manera desordenada y corrido por el propio mercado”, afirmó. 

"La devaluación se debería haber hecho en el 2011, antes de poner el cepo cambiario"

Independientemente de la incipiente estabilidad que trajo esta corrección en el mercado,  Sica ve un  2014 con números en rojo. Aseguró que la economía nacional experimentará una recesión del 1 por ciento, la tasa de inflación llegará al 30 por ciento  y se registrará un aumento leve de desempleo. 
“El Gobierno más que atacar las causas, combate los efectos en la microeconomía. El cepo cambiario fue un ejemplo de esto y eso genera volatilidad en las reglas de juego. Si no cambiamos, vamos hacia una nueva devaluación”, afirmó.

El “agujero” de los subsidios
Para el economista la clave para ordenar las cuentas  es reducir el déficit fiscal. “Está claro que el problema no es la inversión social del Gobierno, como la que hace con la Asignación Universal por Hijo (AUH) o el plan Procrear,  sino el derroche en los subsidios energéticos. Del total del costo de generación eléctrica del año pasado sólo el 20 por ciento fue financiado a través de tarifas y el resto con recursos fiscales. Eso es una locura. Si no tocamos este tema van a continuar los desequilibrios”, afirmó, y agregó que “mientras más se tarde en arreglar el tema fiscal, más va a sufrir el sector privado”.  
Estos subsidios están muy concentrados en Capital Federal y Buenos Aires, que por ejemplo paga un 40 por ciento menos que la tarifa social de Córdoba.  Según el economista,  la Nación sólo debería subsidiar a 2,5 millones de hogares, que son los que tienen un plan Procrear, los que cobran una AUH o la jubilación mínima
“Este subsidio valdría 5 mil millones de pesos contra los 90 mil millones actuales”, comparó.
El déficit es el talón de Aquiles del modelo económico nacional. Si bien el Gobierno dio señales de reconocer el problema, todavía no ha tomado medidas contundentes para revertir la tendencia. 
Sica dijo que la única respuesta que tuvo la presidente a la crisis energética fue la nacionalización de YPF, aunque juzgó que esta medida ha sido insuficiente para resolver los desequilibrios del sector.

El frente externo
En el mundo no escasean los dólares, pero la Argentina no logra atraerlos debido a que su economía no genera confianza.  Esta situación hace que países de la región como Chile, o incluso Paraguay, puedan financiarse a tasas mucho más bajas en el mercado internacional.
El Estado necesita dólares y actualmente la única forma de obtenerlos en un caudal significativo, parece ser recomponer los conflictos abiertos con los hold-outs, Repsol,  el Club de París y los compromisos en el  Ciadi. 
“Sólo el conflicto con Repsol se arregló. Ésta es una buena noticia. Pero si no se logra un financiamiento en los mercados internacionales, el país deberá hacerlo por el superávit comercial”. 
Afirmó que el yacimiento petrolero de Vaca Muerta, “la gran joya de la abuela”, no logra atraer inversiones por el cambio constante en las reglas de juego. Además, dijo que “hay que estar alerta” para que la necesidad de buscar dólares del Gobierno no lo empuje a vender este yacimiento, que puede ser muy importante para la estabilidad macroeconómica a largo plazo de la Argentina. 

Hay lugar para el optimismo
La administración de Cristina Kirchner no acostumbra a ser prolija y tener el “timing” para enfrentar los problemas macroeconómicos. Sin embargo,  Sica cree que hay chances de que el país podrá atravesar las turbulencias. 
“Tenemos desequilibrios pero son manejables”, afirmó  y recordó que los precios del maíz, el trigo y la soja están subiendo en el mercado internacional. 
La depuración de ese software corrompido por la volatilidad en las reglas de juego y el establecimiento de instituciones sólidas  es fundamental para aprovechar el hardware o los recursos que posee el país. 
“Argentina necesita de la inversión extranjera directa. Estas tres grandes plataformas que tenemos en los sectores de la alimentación, la minería y la energía, no las podemos explotar en todo su potencial únicamente con el capital local, que es necesario pero no suficiente. China e India demandarán estos materiales más allá del 2035 y eso aseguraría crecimientos a largo plazo del 4 por ciento”.