Asentó en una comisaría que entraron a su casa, la golpearon y le robaron una bicicleta. La Policía detuvo al sospechoso y recuperó el botín. Pero cuando la damnificada tuvo que ir a ratificar la denuncia en la Justicia, cambió la versión y desestimó lo que había declarado en la seccional. La jueza, cuando advirtió que su testimonio era cada vez más endeble, mandó detenerla. Dos días estuvo encerrada. Al final, la procesó por falso testimonio y la dejó en libertad.
5 Días y 12 horas tardó la jueza en clausurar la instrucción del sumario.
La denunciante que estuvo presa es Adriana Yolanda Romero, de 26 años, residente en una propiedad de la manzana 1007 del Anexo 4 del barrio Eva Perón de San Luis.
“La mujer dijo que firmó la denuncia, pero no sabía leer ni escribir. Sólo sabía escribir su nombre y el número de documento”, confió la jueza Penal Nº 1 interina Carina Gregoraschuk, quien ayer dejó el cargo.
El acusado fue identificado como Carlos Damián Barrientos, de 19 años, quien fue procesado por robo calificado. A pesar de que Romero no confirmó sus dichos en sede judicial, la magistrado consideró que la denuncia hecha en la Comisaría 7ª, los elementos presentados en el sumario y los testimonios fueron suficientes para dictarle la prisión preventiva y ordenar que lo trasladaran al Servicio Penitenciario Provincial.
El miércoles cerca de las 04:30 la joven llamó al 911 para alertar que, mientras dormía, un primo de su marido, conocido como el “Gordo Barrientos”, había forzado la puerta trasera de la vivienda para entrar a robar. Dijo que al escuchar ruidos, se levantó para ver qué sucedía y se cruzó con el acusado, quien le dio golpes de puño en el rostro y patadas en una pierna, porque ella lo amenazó con llamar a la Policía si no se iba. Aseguro que Barrientos se subió a una bicicleta playera negra y escapó.
Los agentes de la Comisaría 7ª encontraron al sospechoso en la avenida La Bandera, a la altura de la manzana 54 del Anexo 3 del Eva Perón. “El joven vio la patrulla y emprendió la huida a pie, abandonó el rodado”, contó el comisario Juan Carlos Leyes, jefe de la Comisaría 7ª. A las pocas cuadras lo interceptaron.
Además de denunciar el ilícito, Romero hizo el reconocimiento de los elementos que la Policía secuestró en presencia de testigos. Eran la bicicleta y la ropa que vestía el aprehendido.
Los agentes le dieron a la mujer un protocolo para que la revisara un médico del Hospital Cerro de la Cruz. Paula Nerina Aime constató que tenía un golpe en el rostro y otro en la pierna izquierda.
La denunciante fue citada el viernes al Juzgado Penal Nº 1 para que confirmara lo que había dicho en la Comisaría 7ª. Para sorpresa de todos, dijo que "El Gordo" se llevó el vehículo porque su marido se la había prestado. Además, negó que el acusado haya forzado la puerta y la hubiera golpeado. Ante la inconsistencia de su declaración, la jueza decidió que quedara arrestada.
Al parecer, Romero habría sido amenazada por los familiares del sospechoso. Y creyó que al cambiar la versión, Barrientos quedaría libre y así evitaría problemas con los parientes de él.
“El sábado declararon los agentes que hicieron las actuaciones, la médica que revisó a la denunciante y los testigos. Corroboraron que lo que la mujer dijo en sede judicial era mentira”, informó el comisario.


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