-3°SAN LUIS - Sabado 28 de Junio de 2025

-3°SAN LUIS - Sabado 28 de Junio de 2025

EN VIVO

Viveka Rosa: entre el canto y la plástica

Por redacción
| 19 de mayo de 2014
| José Sombra

Muy segura de sí, de lo que gusta hacer y de cómo quiere que se la recuerde, Viveka Rosa asevera: “Soy artista”. Sabe que su nombre de origen germano no es común, pero lo lleva con orgullo porque le recuerda a su madrina y a Viveca Lindorfs, la protagonista de “Rey de reyes”.

 

"Después de la muerte de mi padre el año pasado me pasan cosas grandiosas, y creo que él está detrás de todo esto".


Nació en Villa Mercedes, se crió en Villa Reynolds y su padre le heredó esa inclinación artística de la que se siente orgullosa. “No puedo decir si soy cantante o pintora. Diseño mi ropa, mi casa, todo lo hago de una manera estética”, afirma.

 


Y es que a Viveka la reconocen en la misma medida en la plástica que en la música. “Desde que tengo uso de razón subía a la coupé Torino de mi papá, me hincaba y encendía la radio para poder cantar”. Por entonces sonaban esas baladas, boleros y tangos que aún hoy son los preferidos de su repertorio. Sin embargo, nunca estudió profesionalmente canto, aunque sí hizo cuatro años de piano y después aprendió guitarra con Medardo Herrera, pero confía que lo suyo “no era tocar un instrumento, me gustaba cantar”.

 


En esa decisión de ser autodidacta radica el estilo que muestra en el escenario: “Me gusta sentir, escucho los temas un par de veces y busco la manera en la que podría decir los sentimientos que me generan esas letras. No hago el tango tradicional, yo digo que hago un tango de Viveka, necesito hacerlo muy lento”.

 


La otra faceta artística también despertó en ella cuando era chica, pero se afianzó en la adolescencia. “La Madre Flora, que era la rectora del Instituto Sagrado Corazón me dijo: ‘Vos te tenés que dedicar a la pintura’ cuando vio un dibujo enorme que había hecho en el banco de la escuela”. Pero detrás de la alabanza y el reconocimiento, la monja sentenció: “Y tenés hasta las 13 para dejarlo limpio como estaba”. Viveka recuerda, con un orgullo similar, aquel instante: “No me enojé porque elogió mi condición, mi vanidad era enorme, hice un despliegue maravilloso, un atardecer”.

 


Cuando terminó la secundaria emprendió la carrera de Ingeniería Agrónoma, pero su madre percibió que sufría y se había deprimido. Se acercó a la Escuela de Bellas Artes e hizo un clic: “Fue un vuelco en mi estado de ánimo, encontré mi vocación. Hice el profesorado de nivel medio con docentes de los que tengo los mejores recuerdos, como Lía Acetta, Carmen Ortiz Torres, Roberto Tessi, Leonor López Orozco, Gustavo Bassalo, Anita Aiello”. Al finalizar, cuando ya ejercía como profesora, se decidió por un postítulo en la Escuela Nacional Prilidiano Pueyrredón y fue alumna de Miguel Ángel Vidal y Ary Brizzi con quienes rindió el examen final.

 


Buenos Aires no fue fácil y recuerda “la Capital lo tiene todo, lo bueno y lo malo, a mí me deprimió muchísimo, no me comunicaba con mucha gente, tuve malas experiencias. Si uno quiere crecer, San Luis nos brinda muchas oportunidades”.

 


Ahora, decidida a permanecer en su Mercedes natal y sin saber la edad que tiene, como le gusta decir, está ocupada en su función pública como integrante de la Junta de Clasificación Docente, artista plástica y cantante. Aunque también como mamá de Valentina y Carlina y pareja de César: “Compartimos la plástica, la música y el mate. Mis hijas son súper compañeras, una baila flamenco y a la otra le gusta cantar”. Y personalmente se ocupa de la parte final de un disco que graba con dos grandes amigos, los guitarristas Raúl Díaz y Jorge Poblete.

 


La plástica en el último tiempo le dio una emoción que busca contagiar en palabras: “La Virgen de Zanjitas, que pinté con lápices de colores, fue increíble. El obispo me pidió hacer una obra a las víctimas de la tragedia y yo le había hablado de una imagen que recibiera a quienes entran desde Mendoza. Es una mujer vestida muy humilde, con alpargatas de yute y una trenza negra. La obra está en dos actitudes, una de pie recibiendo a la familia en Desaguadero y la otra agachada, abrazando a los ocho angelitos para mostrar un encuentro que llevó a las víctimas a la gracia de Dios”.

 


No tiene materiales preferidos a la hora de crear: “Trabajo con tintas o con lo que sea, anilina, tintas de té, birome, lo que tenga a mano”, reconoce y dice que los insumos para un artista plástico están carísimos. Viveka pertenece a ese grupo de puntanos que extrañan las Becas Arte Siglo XXI, aunque no exclusivamente por lo económico de la ayuda mensual, sino porque “BAS XXI era un motor que impulsaba”.

 


Se emociona cuando recuerda la muerte de su primo y la de su padre, pero también cuando celebra la vida que comparte con sus hijas y los aplausos que recibe. Viveka está dispuesta a vivir mañana el mejor momento, y disfrutarlo tanto en el escenario como en su próxima pintura.

 


LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo