A Rodolfo Rubén Morcón la ley le parece injusta. Por eso se encadenó el miércoles de la semana pasada frente a los tribunales de San Luis y ayer encabezó una marcha con familiares y amigos. No concibe que la norma que rige las condiciones en que una persona debe estar detenida le permita a Rosa Romero, acusada de participar en el asesinato de su hijo, cumplir la prisión preventiva en su casa.
La acusada tiene cinco hijos menores y es el único sostén económico del grupo familiar
El padre de la víctima quiere que la imputada de homicidio simple vuelva a la Penitenciaría provincial. Ayer le pidió a su abogada, Claudia Díaz, que apele la detención domiciliaria otorgada a Romero por la jueza Penal Nº 3, Virginia Palacios.
Rubén Ismael Morcón, de 20 años, fue atacado a golpes en la cabeza la madrugada del domingo 23 de marzo en el barrio 1º de Mayo y murió al día siguiente en el Hospital San Luis. Le pegaron cuando intentó recuperar su moto Maverick 110 azul que le habían robado un rato antes.
El viernes 9 de este mes la jueza Palacios le concedió a Romero el beneficio de salir de la cárcel y continuar presa en la casa de un familiar, porque tiene cinco chicos, uno de ellos menor de cinco años, y es el único sostén económico de la familia.
El hijo mayor de Rosa, Cristofer Emanuel Romero, está en la cárcel, también acusado por el homicidio de Morcón, lo mismo que otro vecino del 1º de Mayo, Marcelo Raúl “El Cara de tabla” Rodríguez.
“La Justicia le da el beneficio porque tiene un hijo menor, para que no pierda el vínculo. Ella (Romero) apela al hecho de que es madre, pero sólo para algunas cosas es madre y humana ¿cómo pudo matar al hijo de otra persona?”, protestó Eliana Vega, prima hermana de Ismael Morcón.
“Cuando quiso escapar y la alcanzaron a detener en la terminal, no pensó en sus hijos, no pensó que estaba abandonando unas criaturas ni que iba a perder el vínculo con ellos –agregó–. Ni cuando lo mató a Ismael. Porque hay testigos de que ella le pegó con el caño de la pileta. Y mi prima (Araceli, hermana del joven asesinado) la vio con el caño en la mano”.
“Duele que la hayan dejado salir. Es que todo es muy reciente. Por más que el dolor va a permanecer por toda la vida, obviamente”, acotó Eliana.
“Los apoyo a mi tío y mis primos porque están muy mal, hasta me preocupa que los chicos (los hermanos de Ismael) vayan a buscarla, o a apedrearle la casa. Porque ellos quieren que esté presa como mínimo hasta el juicio, hasta que presenten las pruebas que hay contra ella. Eso es lo que queremos y pensamos, pero la ley dice otra cosa”, lamentó.
Entrevista con la jueza
Ayer, después de concentrarse frente a los tribunales, Morcón y sus familiares marcharon alrededor de la plaza Independencia y volvieron a manifestarse frente al Poder Judicial, hasta que le hicieron saber que la jueza Palacios lo recibiría en su despacho para explicarle las razones por las que había otorgado el arresto domiciliario a Romero.
Morcón estuvo acompañado por dos de sus hijos, Ezequiel, de 19, y Araceli, de 17.
“Me dijo que le parecía injusto. Le hice saber que están reunidos los requisitos que exige la ley para concederlo, que no es una excarcelación ni una libertad, y que los jueces no podemos hacer otra cosa que aplicar la norma”, dijo Palacios luego de la audiencia.
Le informó a Morcón que, como había solicitado el fiscal subrogante Gabriel Lutens, antes de acceder al pedido de la defensa de Romero ordenó hacerle una pericia psiquiátrica y una encuesta socio-ambiental a su familia.
La jueza destacó el hecho de que pese al dolor que siente por la pérdida de su hijo y la bronca que le da el hecho de que la acusada haya sido autorizada a estar fuera de la cárcel, Rodolfo Morcón “fue sumamente correcto y respetuoso” en el trato hacia ella.
“Más que con la jueza, está enojado con la ley”, dijo alguien que presenció la entrevista, en la que el padre de Ismael estuvo acompañado por su abogada.
Morcón le comentó que va a seguir manifestándose en forma pacífica frente a tribunales y Palacios le contestó que respeta su derecho a hacerlo.


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