La indignación por perder su trabajo llevó a Oscar Rosendo Barroso a pasar unas horas entre rejas a la espera de que un juez resuelva su situación.
Barroso fue despedido de la empresa constructora “HL” y no lo tomó nada bien. Este jueves cerca de las 9 de la mañana llegó en su Renault 12 a la sede de la constructora en calle Eleodoro lobos y Lamadrid, habló con su ex patrón Roberto Marcelo López para exigirle que le pague la plata que le adeudaba y que le devuelva su trabajo. Su pedido no prosperó.
El obrero se marcho y volvió al lugar 40 minutos después pero ya no era el mismo. Su pedido se transformó en exigencia, eso lo podía asegurar López, que veía cómo Barroso le apuntaba con un revólver calibre 22 y le aseguraba con la voz exaltada que si no le devolvía su trabajo lo iba a matar.
El dueño de la constructora pudo escapar y llamó a la Policía que cuando llegó al lugar encontró a Barroso más calmo. Los uniformados revisaron el Renault 12, encontraron el arma y se llevaron detenido al obrero.
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